WASHINGTON.- Los mandatarios de los países árabes agasajaron a la secretaria de Estado Condoleezza Rice en sus visitas como jefa de la diplomacia estadounidense, con joyas valoradas en miles de dólares, informó hoy el Departamento de Estado.
En el inventario de regalos oficiales que hace anualmente este Departamento, en el que enumera los presentes que han recibido los principales políticos del país durante sus visitas al exterior, Rice ocupó el primer lugar, muy por encima del Presidente George W. Bush.
La secretaria de Estado superó además el cuarto de millón de dólares en el que fueron valorados sus regalos el año pasado, sólo con los dos anillos con gemas incrustadas que recibió del rey Abdalá de Jordania y del rey Abdalá de Arabia Saudita, en sendas visitas, con un costo estimado en 360.000 dólares.
El Rey de Jordania Abdalá II le regaló un collar de esmeraldas y diamantes, junto con un anillo, un brazalete y unos pendientes de más de 147.000 dólares.
En otra ocasión, el rey y su esposa Rania también entregaron a Rice un collar y unos pendientes en una caja de joyería por un valor total de 4.630 dólares.
El Rey Abdalá de Arabia Saudita tampoco se quedó atrás y obsequió a Rice un collar de rubíes y diamantes, a juego con unos pendientes, un anillo y unos brazalete de más de 165.000 dólares.
El listado también incluye un collar con un motivo floral que el monarca saudita le regaló en 2005, valorado en 170.000 dólares, que según indicó el Departamento de Estado no había sido incluido en el inventario correspondiente.
Estos espléndidos regalos contrastan con los que recibió Bush de los mismos mandatarios, valorados en su conjunto en poco más de 100.000 dólares.
Entre los regalos de Bush hay un conjunto de zafiros y diamantes de 85.000 dólares, y una pieza de arte valorada en 10.000 dólares, que representa una escena en el desierto en la que aparece un grupo de beduinos, camellos y en una tienda de oro la Primera Dama, Laura Bush, obsequio del rey Saudita.
Sin embargo, ni Rice ni Bush podrán quedarse con estos regalos, ya que la ley prohíbe que los representantes públicos acepten obsequios, y éstos pasan a los archivos del Gobierno.
La oficina de Protocolo del Departamento de Estado se encarga todos los años de catalogar todos los regalos que reciben los altos funcionarios y en esta lista se pueden encontrar desde la modesta bolsa de frutos secos de seis dólares que regaló el Dalai Lama a Laura Bush, hasta las lujosas piezas ya mencionadas.