BOGOTÁ.- Un fiscal de la ciudad colombiana de Barranquilla dictó orden de captura contra cinco militares por su presunta responsabilidad en el homicidio de dos personas que fueron presentadas como rebeldes muertos en combate, informó hoy la Fiscalía.
Un reporte del ente acusador señaló que los hechos ocurrieron el 28 de julio de 2001, cuando miembros del Ejército asesinaron a dos presuntos integrantes del frente 19 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El hecho ocurrió en una zona rural del municipio de Aracataca (norte).
Según los militares, la muerte de las dos personas ocurrió cuando los civiles estaban vestidos con prendas de uso privativo de las Fuerzas Militares e instalando una carga explosiva sobre la línea férrea de la compañía estadounidense Drummond.
"La Fiscalía estableció que existieron contradicciones en los testimonios de los uniformados, pues las víctimas eran comerciantes y propietarios de un local de inversiones que vendía créditos mediante el sistema de libranza", añadió.
Adicionalmente, las necropsias determinaron que los disparos no se realizaron a larga distancia, como lo manifestaron los uniformados, sino que se hicieron a quemarropa.
El lunes pasado, la Procuraduría General de Colombia anunció la apertura de una investigación contra siete miembros del Ejército acusados de haber presuntamente asesinado a igual número de personas en hechos ocurridos hace cuatro años.
De acuerdo con el Ministerio Público, los uniformados presuntamente asesinaron a siete campesinos que fueron presentados como insurgentes muerte en combate.
Durante este año el gobierno destituyó a 27 militares, entre ellos tres generales, y después tomó la misma determinación con 13 uniformados por otros "falsos positivos", como se denomina en Colombia a los casos en que civiles que no tienen nada que ver con el conflicto armado aparecen muertos en operaciones del Ejército.