España evalúa recibir presos de Guantánamo

MADRID.- España contempla acoger presos del centro de detención de la base estadounidense de Guantánamo si se llega a un acuerdo sobre el tema con los otros miembros de la Unión Europea (UE), publicó el diario español El Periódico de Catalunya.

España estudiará todas las posibilidades en cuanto exista una petición formal por parte de la Administración estadounidense, indicó el Ministerio español de Relaciones Exteriores.

El Presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, se ha comprometido a cerrar el centro de detención de Guantánamo.

El Jefe del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, es favorable a que se repartan por el territorio español los presos procedentes de Guantánamo, añadió el periódico citando fuentes gubernamentales.

Esta posición, según El Periódico de Catalunya, permitiría terminar con el período de frialdad entre Estados Unidos y España que desencadenó la retirada de las tropas españolas de Iraq en 2004.

Esa retirada había sido una promesa electoral de Rodríguez Zapatero, quien cumplió al ganar por primera vez las elecciones celebradas ese mismo año.

Al igual que la mayoría de los países europeos, España se ha mostrado prudente hasta ahora sobre la posible acogida de presos de Guantánamo.

"España estudiará la cuestión", dijo recientemente el Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

"Por el momento, no hay ninguna respuesta (...) porque primero hay que conocer la identidad y los derechos jurídicos" de los prisioneros.

Portugal y Alemania son los únicos países que se han mostrado a favor de acoger presos de Guantánamo. Holanda, Suecia y Dinamarca han rechazado esa posibilidad.

En la prisión de Guantánamo quedan unos 250 presos de los 800 que pasaron por allí desde su apertura, en enero de 2002.

Ese centro, destinado a quienes, según Estados Unidos podrían tener vínculos con Al- Qaeda o los talibanes, se ha convertido en un símbolo de los excesos de "la guerra contra el terrorismo" lanzada por el Presidente George W. Bush tras los atentados de septiembre de 2001.