CONAKRY.- La junta militar de Guinea pidió apoyo para guiar al país a elecciones dentro de dos años, luego de tomar el poder tras la muerte del veterano Presidente y General Lansana Conte, quien fue sepultado en un funeral estatal el viernes.
La junta se reunirá con líderes políticos, civiles y Embajadores el sábado para explicar la toma de poder y trazar sus planes de Gobierno.
Los miembros de la junta, cuyo golpe de Estado rápido y poco violento fue una respuesta al vacío político que provocó el lunes la muerte de Conte, se unieron a decenas de miles de personas que llenaron las calles y el estadio nacional para despedir al fallecido líder.
"El general Conte fue un apóstol de la paz", expresó en su tributo el segundo al mando de la junta, el General Mamadouba Toto Camara.
Camara y el Presidente de la junta Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo (CNDD), capitán Moussa Dadis Camara, fueron aclamados por la multitud, reflejando la aparente popularidad del golpe militar en el mayor exportador de mineral de bauxita.
"La CNDD tiene la pesada tarea de continuar con su trabajo (el de Conte)", agregó el General Camara.
El féretro de Conte, envuelto en la bandera nacional de colores rojo, amarillo y verde y adornado con una corona y un retrato, fue expuesto en el estadio con un gran despliegue de seguridad, que incluyó a dos camionetas equipadas con ametralladoras. También hubo una parada militar.
Los Presidentes de las naciones vecinas de Liberia, Sierra Leona, Guinea-Bissau y Costa de Marfil asistieron a una ceremonia formal en el Palacio del Pueblo, donde se encuentra la asamblea nacional.
Luego de las oraciones en la principal mezquita de Conakry, el féretro fue llevado para su entierro en la ciudad natal de Conte, Moussayah, ubicada al noroeste del país.
El General diabético y fumador, quien nació en 1934, gobernó la ex colonia francesa con mano de hierro desde que llegó al poder, en 1984.
Mientras que otros ex cámaradas del Ejército honraban a Conte, los guineanos esperaban que el nuevo Gobierno les pueda ofrecer un mejor futuro. A pesar de que Guinea es el principal exportador del mundo de bauxita, la mayoría de los guineanos son pobres.
"Estas personas, quienes han llegado, y las ideas que expresan nos dan algún consuelo. Espero que no cambien", dijo la dueña de casa Mariana Mara, recordando que Conte también había comenzado como un reformista antes de convertirse en un gobernante autocrático y caprichoso.
Mientras Conte era enterrado, los líderes de la junta se apresuraron a apuntalar su apoyo interno e intentar ganar el respaldo internacional para el último golpe de Estado del oeste de África. Prometieron acabar con la corrupción, realizar elecciones en el 2010 y mejorar los estándares de vida.
"Ahora necesitamos el apoyo del Banco Mundial y de instituciones similares, para tener las condiciones financieras que nos ayuden a llevar a cabo esta misión", dijo a los reporteros el vicepresidente, General Mamadouba Toto Camara.
Estados Unidos, la Unión Africana y la Unión Europea condenaron el golpe, que nuevamente estropeó la posibilidad de un Gobierno democrático en África, un continente que ya sufre por las crisis políticas en Kenia y Zimbabwe y por el golpe de Estado ocurrido en agosto en Mauritania.