LONDRES.- El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, dijo hoy que Israel hizo todo lo posible por evitar esta nueva ofensiva militar contra la Franja de Gaza, pero que el comportamiento de Hamas no les dejó otra alternativa.
"Hamas violó repetidamente la tregua, les advertimos muchas veces mediante varios canales y, finalmente, no tuvimos otra elección", afirmó el ministro.
"Ya van siete años que nos bombardean con sus cohetes y sus morteros, lanzaron miles contra nuestro territorio, tres años atrás fuimos a Gaza y continuaron, no podíamos más aceptar esta situación. Ningún otro país lo habría aceptado", continuó el ministro israelí.
Barak realizó declaraciones a diversos medios de comunicación internacionales durante la jornada, en las que negó rotundamente que la llamada "Operación Plomo Fundido" haya provocado 230 muertos y 700 heridos, así como que fuera decidida para resolver el problema de Gaza antes de la jura en la Casa Blanca del nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, prevista para el próximo 20 de enero.
Tampoco se hizo antes por las elecciones israelíes, agregó. "Quien tenga un razonamiento similar se equivoca. No tenemos nada contra Gaza sino contra un movimiento de extremistas que nos lanza cohetes y no nos dejó otra elección", aseguró.
Barak dijo además que una tregua con Hamas no es posible. "Pedirnos hacer una tregua con Hamas es como pedir arribar a una tregua con Al Qaeda", afirmó.
"Esos enfrentamientos no nos hacen felices, pero tampoco estamos temerosos. Hay un tiempo de calma y un tiempo de combate; ahora es la hora de la batalla", concluyó, al tiempo que anunció que "la operación (en Gaza) se profundizará y expandirá tanto como sea necesario".
Según informaciones entregadas por la emisora árabe de noticias Al Yazira, Israel continuó en la noche del sábado al domingo sus ataques aéreos contra objetivos del movimiento radical islámico Hamas en la Franja de Gaza.
De acuerdo con la emisora, hasta la una de la madrugada en Gaza se escucharon detonaciones.
Según informaciones, durante la jornada de sábado murieron más de 230 personas, cerca de 780 resultaron heridas, y más de 100 toneladas de explosivos cayeron sobre la Franja.
