ISLAMABAD.- Un dinamitero suicida, quien fingió ser un automovilista que necesitaba ayuda, mató el hoy a 34 personas en el noroeste de Pakistán, mientras que el blanco de otro atentado reciente, el hotel Marriott de Islamabad, reabrió sus puertas, tres meses después de que un camión-bomba dejó 54 muertos.
El atentado ocurrió en una mesa de votación cercana al Valle de Swat, donde el ejército de Pakistán viene librando combates con insurgentes desde hace más de un año, dijo el funcionario policial Beharmand Khan.
El edificio atacado era una escuela, habilitada como casilla electoral, donde los sufragantes votaban a fin de reemplazar a un miembro de la Asamblea Nacional. "El atacante suicida estacionó su automóvil a las puertas de la mesa electoral y pidió a varias personas que empujaran el vehículo, diciendo que había sufrido una avería... Cuando las personas comenzaron a empujar el automóvil, estalló", dijo Mian Iftikhar Hussain, ministro de Información de la Provincia de la Frontera Noroccidental.
El atentado sobrevino luego de que circularon versiones que el ejército de Pakistán estaba emplazando millares de soldados en la frontera con la India, tras retirarlos del noroeste, donde están acantonados milicianos de Al Qaeda y del Talibán.
India acusó a milicianos paquistaníes por la muerte de 164 personas en Mumbai, su capital comercial y no ha descartado actos de represalia en territorio de Pakistán. Pero los líderes de ambos países, que cuentan con armas nucleares, insisten en que quieren evitar lo que sería la cuarta guerra entre ellos.