WASHINGTON.- El Presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, prometió hoy abrir "un nuevo capítulo" en las relaciones con Latinoamérica con su asunción del cargo, durante un encuentro en Washington con el Mandatario de México, Felipe Calderón.
Con una reveladora sonrisa, Obama hizo una breve referencia a la época de su antecesor, George W. Bush, al hablar de las "tensiones en los últimos años", aunque prefirió mirar hacia adelante al hablar de "una nueva página".
Bush, que como gobernador de Texas mantuvo un estrecho contacto con los latinos, llegó a la Casa Blanca prometiendo estrechar los lazos con los vecinos del sur. Su agenda sin embargo se desvió y la región se quejó en numerosas ocasiones de la falta de atención de Washington.
El encuentro entre Obama y Calderón sirvió para cumplir con la tradición según la cual el nuevo Gobernante de Estados Unidos se encuentra con su homólogo del país vecino del sur antes incluso de jurar el cargo. Obama asumirá la presidencia el martes de la próxima semana.
Ambos Jefes de Estado almorzaron por espacio de una hora y media en el Instituto Cultural de México en Washington. Según el menú oficial, comieron sopa de sopa de tortillas y una elección de lenguado o filete con salsa de cilantro. Posteriormente se reunieron por espacio de media hora más en privado.
De acuerdo a lo explicado por ambos, la cordialidad fue la nota predominante, e incluso llegaron a estrecharse las manos en tres ocasiones para los fotógrafos.
Obama tuvo palabras de gran alabanza para México y, en particular, para Calderón. Para el futuro Presidente estadounidense, México ya es "un aliado firme", pero espera que durante su mandato lo sea "aún más". El objetivo desde el primer día es mantener "una fuerte relación" con su vecino del sur.
