WASHINGTON.- Washington gastó en 2008 más de 52.000 millones de dólares en su arsenal nuclear y en programas relacionados, pero sólo un 10% de esta suma fue dedicado a la prevención de un ataque nuclear o a la lucha contra la proliferación, según un estudio publicado ayer.
"Un 56% del presupuesto total (29.000 millones de dólares) fueron consagrados a la gestión y a la mejoración del arsenal nuclear", según datos compilados a partir de documentos públicos por el centro de reflexión Carnegie Endowent for International Peace.
Aproximadamente un 17,5 (9.200 millones) fueron consagrados a los programas estadounidenses de defensa antimisil.
Cerca de un 16% (8.300 millones) fueron utilizados para cubrir los gastos ambientales y de salud del programa nuclear, detalla este informe.
En cambio, "los esfuerzos para frenar la proliferación de armas y de tecnología nuclear, impedir la circulación de armas no controladas y la utilización del arma nuclear constituyen una prioridad presupuestal limitada", subraya el centro, con solamente un 9,9% (5.200 millones de dólares).
Finalmente "sólo un 1,3% del presupuesto sirvió para prepararse a las consecuencias de un eventual ataque nuclear", deplora el estudio que estima insuficiente esta cifra.