KABUL.- Los soldados estadounidenses en Afganistán aclamaron con gritos de júbilo y aplausos la toma de posesión del nuevo Presidente estadounidense, Barack Obama, que se convirtió en el jefe supremo de las fuerzas armadas del país.
En Camp Phoenix, una de las bases en los alrededores de Kabul, muchos soldados en uniforme se congregaron en el gran comedor para festejar la ceremonia de investidura, transmitida en directo por la televisión.
"Es un momento de orgullo para nosotros", declaró el general Steven Huber, comandante de la base, donde hay muchos soldados oriundos de Illinois, el estado del que Obama era senador.
"Es nuestro nuevo comandante en jefe y le serviremos con honor", dijo Huber.
La retransmisión en directo de las ceremonias en Washington fue muy seguida tanto en Camp Phoenix como en las otras bases en Afganistán, donde unos 32 mil militares estadounidenses tratan junto a otros miles de soldados extranjeros acabar con la rebelión de los talibanes y reconstruir las fuerzas de seguridad afganas.
"Algunos pensaban que nunca se iba a ver a un negro convertido en comandante en jefe. Ahora eso ha llegado y nos da mucha alegría y un comienzo de esperanza", aseguró el sargento Mike Byrd, él mismo afroamericano.
"En mi casa, en este momento, hay gente de mi familia que llora de alegría", añadió.
Antes del comienzo de la ceremonia de investidura, los soldados de Camp Phoenix pudieron degustar una tarta en honor del nuevo Presidente.
El sargento jefe David Nichols declaró su satisfacción por ver la ceremonia desde Afganistán. "Estoy aquí, defiendo mi país y miro cómo se hace la Historia", confió.
