ROMA.- La italiana Eluana Englaro, cuya muerte el lunes tras 17 años en estado vegetativo desató un debate nacional sobre la eutanasia y hasta una crisis de gobierno, fue enterrada hoy en la pequeña localidad de Paluzza (norte de Italia), tras una sobria ceremonia religiosa sin la presencia de los padres.
Beppino y Saturna Englaro, los padres de Eluana, no acudieron a la ceremonia en la iglesia de San Daniele.
El padre, que luchó por más de 10 años para que le autorizaran retirar la alimentación artificial que le garantizaba la vida a su hija, se oponía a la celebración de los funerales religiosos, pero cedió a pedido del resto de la familia.
"Tuvo en cuenta la sensibilidad de algunos miembros de la familia, muy religiosos", aseguró el abogado de la familia Englaro, Vittorio Angiolini.
"No he cambiado de opinión sobre la Iglesia, a la cual he querido tener siempre por fuera de ciertos asuntos. Pero escuché la opinión de mi hermano y una vez más trato de hacer algo bueno por mi hija", contó Beppino al diario "Il Corriere della Sera".
El cortejo fúnebre pasó frente a la residencia de la familia Englaro de manera que los padres pudieran darle un último saludo.
"Ahora eres libre y puedes descansar en paz", afirmó el sacerdote que presidió la ceremonia religiosa.
"La Iglesia nunca ha estado lejos de vuestros sufrimientos", aseguró el religioso.
El cuerpo de Eluana no fue incinerado como fue anunciado inicialmente y fue enterrado en el cementerio de la localidad junto a los restos de sus abuelos.
Eluana Englaro, de 38 años, falleció el lunes en la noche en una clínica de Udine, al nordeste, cuatro días después de que le retiraran la alimentación artificial por orden de la máxima autoridad judicial italiana.
El caso de Eluana, que estaba en coma vegetativo desde 1992, conmovió a Italia generando una verdadera fractura política y social.
