QUITO.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, negó hoy que la política ecuatoriana esté infiltrada por el narcotráfico y advirtió que una investigación por presuntos nexos de un ex viceministro con la guerrilla de las FARC, puede terminar por debilitar a su gobierno.
"Gracias a Dios nuestro país es una isla de paz y el narcotráfico no ha logrado introducirse en la clase política", manifestó el gobernante en su informe semanal.
Correa rechazó el uso por parte de un sector de la prensa de la expresión "narcopolítica" para referirse al caso del ex viceministro José Chauvín, detenido por supuestos nexos con una red que exportaba cocaína en alianza con las FARC.
Enfatizó que "aquí no hay narcopolítica. Hay un (ex) funcionario, de los miles que tiene el gobierno nacional, vinculado a un caso de narcotráfico porque es amigo de unos narcotraficantes. Ni siquiera se ha probado que él (Chauvín) es narcotraficante".
El ex viceministro de la cartera de Gobierno negó cualquier relación con el tráfico de drogas, pero admitió haber sido amigo personal de Raúl Reyes, un jefe de las FARC abatido hace casi un año por tropas colombianas que incursionaron clandestinamente en Ecuador, desatando una severa crisis diplomática.
Correa reprochó que un sector de la prensa de oposición emplee el término narcopolítica supuestamente para "hacerle daño al gobierno".
"Estamos en tremendo problema con Colombia, país agresor, donde sí hay narcopolítica, donde sí hay parapolítica, y por hacerle daño al gobierno, este señor (un periodista de televisión) está dando a entender que en Ecuador hay narcopolítica. Eso es falso", apuntó Correa.