MOSUL.- La fuerzas iraquíes y estadounidenses lanzaron una nueva campaña militar para terminar con la insurgencia en la violenta provincia de Niniveh, vista como el último bastión de militantes islámicos sunitas, dijeron el domingo funcionarios.
El brigadier general Said Ahmed Abdullah, portavoz del comando militar de la provincia norteña, dijo que las fuerzas locales ingresaron a viviendas y realizaron arrestos el viernes, como parte de una nueva operación para derrocar a militantes de Al Qaeda.
El funcionario dijo que 84 sospechosos han sido detenidos hasta el momento en la provincia, que se ha convertido en el lugar más peligroso de Irak y es vista como un refugio para Al Qaeda y otros militantes que colocan coches bombas y realizan diariamente otros ataques.
"La operación 'Nueva Esperanza' permitirá a los gobiernos locales y provinciales comenzar proyectos centrados en restaurar los servicios esenciales para los ciudadanos de Mosul", dijo la mayor Ramona Bellard, portavoz del Ejército de Estados Unidos en el norte de Irak.
Aunque Bellard la describió como una operación conjunta entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes, Abdullah sostuvo que las tropas locales llamarían a sus contrapartes extranjeros para apoyo "sólo cuando sea requerido".
La operación se produce menos de un mes después de que unas elecciones locales generaran un importante cambio político en Niniveh, donde la minoría kurda ha dominado al gobierno desde que la mayoría árabe sunita boicoteó unas elecciones en el 2005.
La falta de poder político de los árabes sunitas ha sido considerada como una de las causas de las disputas en Niniveh y en su capital Mosul, que seis años después de la invasión liderada por Estados Unidos aún está asediada por la violencia y tiene urgente necesidad de servicios básicos y de iniciar tareas de reconstrucción.
Al-Hadba, un bloque árabe sunita, obtuvo una victoria abrumadora en Niniveh y dominará el consejo provincial a partir del mes próximo.
El hecho de que las fuerzas iraquíes lideren la operación refleja el cambio en la naturaleza de las actividades militares en Irak, mientras Washington se prepara para retirar sus tropas para fines del 2011 bajo un acuerdo bilateral de seguridad alcanzado el año pasado.
