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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 07:28
CIUDAD DEL VATICANO.- En una carta dirigida a los obispos de todo el mundo y difundida hoy por el Vaticano, el Papa Benedicto XVI admite los errores cometidos tras el perdón al obispo británico que negó el Holocausto y expresó su angustia por las críticas surgidas en el seno de la Iglesia católica.
En el mensaje, que fue traducido a seis idiomas, el Papa manifiesta su dolor y tristeza por la "vehemencia" de las críticas que generó la decisión de levantar la excomunión a los obispos lefebvristas, entre ellos al británico Richard Williamson, quien negó la existencia de las cámaras de gas nazis.
"La remisión de la excomunión a los cuatro obispos consagrados en el año 1988 por el arzobispo Marcel Lefebvre sin mandato de la Santa Sede, ha suscitado por múltiples razones dentro y fuera de la Iglesia católica una discusión de una vehemencia como no se había visto desde hace mucho tiempo", escribe el Papa.
"Me ha entristecido el hecho de que también los católicos, que en el fondo hubieran podido saber mejor cómo están las cosas, hayan querido herirme con una hostilidad dispuesta al ataque", agrega el Pontífice.
Benedicto XVI entiende, con su misiva, poner fin a las discusiones y "a la avalancha de protestas, cuya amargura mostraban heridas que se remontaban más allá de este momento", observa.
La cadena de errores que llevaron a perdonar a los obispos integristas sin exigirles previamente la retractación pública, generó un escándalo sin precedentes en la historia reciente de la Iglesia, llegando a involucrar por primera vez al jefe de un gobierno europeo, la alemana Angela Merkel, país natal del Pontífice.
"Me han dicho que seguir con atención las noticias accesibles por Internet habría dado la posibilidad de conocer tempestivamente el problema. De ello saco la lección de que, en el futuro, en la Santa Sede deberemos prestar más atención a esta fuente de noticias", subraya Benedicto XVI en la carta.
La decisión del Papa de levantar la excomunión el pasado 24 de enero a los cuatro obispos para superar el cisma de hace 20 años, generó también fuertes tensiones con los judíos debido a la entrevista concedida días antes por Williamson desde Argentina a la televisión sueca, en la que negaba la existencia del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
"Doy gracias a los amigos judíos, que han ayudado a aclarar rápidamente el malentendido y restablecer la atmósfera de amistad y confianza", sostiene.
Benedicto XVI admite en su carta que "el alcance y los límites" de esa decisión "no fueron explicados en forma clara y lo suficiente" antes de reintegrarlos en la Iglesia.
Al lamentar las divergencias dentro de la Iglesia, el Papa citó una frase de San Pablo que hasta ese momento "consideraba una exageración retórica" y que dice: "Amarás al prójimo como a ti mismo. Pero atención: si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente".
"Pero desgraciadamente este 'morder y devorar' existe también hoy en la Iglesia como expresión de una libertad mal interpretada", advierte.
La admisión de los errores así como de los temores de que la Iglesia se "devore" a sí misma por parte de un Papa, constituyen un gesto sin precedentes en la historia reciente de la Iglesia.
Igualmente resulta poco común que el jefe de la Iglesia católica explique públicamente las razones por las cuales tomó la decisión de perdonar a los obispos.
El Papa reflexiona sobre el papel de chivo expiatorio jugado por los obispos y por él tras el escándalo suscitado.
"Se tiene a veces la impresión de que nuestra sociedad necesita de al menos un grupo para negarle toda tolerancia y arrojarle tranquilamente todo el odio", escribió Benedicto XVI.
