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El iPod de Obama a la reina y los regalos más excéntricos entre jefes de Estado

Charangos, fertilizantes y hasta un látigo integran la lista de los obsequios más curiosos que, diplomáticamente, se han entregado distintos Presidentes como señal de amistad. ¿Cómo será entre enemigos?

02 de Abril de 2009 | 16:01 | Natacha Ramírez, El Mercurio Online

SANTIAGO.- Aparte de los banquetes oficiales, paseos oficiales, shopping oficiales y juntas de punto cruz de primeras damas y una declaración final donde se establece "el firme compromiso de seguir trabajando para eso", las reglas de la diplomacia en las visitas de Estado suelen incluir el intercambio de algún regalito al otro Mandatario que, cuando no es un licor del duty free, lo más común es que se preste para que nos deleiten con su ocurrencia. Acá algunos casos memorables.

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  ¡Dios salve al iPod!: Se sabía que Obama era un Presidente tan tecnológico que no se despegaba de su Blackberry, pero de ahí a regalarle un iPod a la reina Isabell II... habiendo tantas otras opciones, como un trono u otra corona para que tenga para cambiarse. Aunque no era un iPod cualquiera, sino que incluía música de Broadway e imágenes de la visita de Estado que la soberana hizo a Estados Unidos en 2007. En todo caso, la reina no se quedaba atrás y ya tenía un iPod, pero nano.
 









 

El regalo egocéntrico: Para ahorrarse investigar la idiosincrasia del país del visitante, regalar títulos de nobleza o hacerlos a todos Sir, la reina Isabel II de Inglaterra decidió cortar por lo sano y como debe estar convencida de que todos la aman igual que a Lady Di, tiene la tradición de regalarle a todos sus invitados una foto enmarcada de ella y el duque de Edimburgo, para ponerla de adorno en el living...

 









 

DVDs incompatibles: También pecando de un poco de egocentrismo y pese a ser un tanto "geek", el Presidente Obama -que debe pensar que sus reproductores de DVD son los únicos del mundo (y no que hay otras 5 zonas)-, le obsequió al Primer Ministro británico, Gordon Brown, una colección de 25 películas clásicas estadounidenses en DVD. Sin embargo, éstos no eran compatibles con los reproductores británicos y la prensa de ese país interpretó el regalo como un gesto despectivo. 

 









 

También quieren el charango: En vez de regalarle hojas de coca o algún sahumerio contra el Transantiago, el Presidente boliviano Evo Morales le obsequió a Michelle Bachelet un charango cuando asumió como Presidenta, en 2006. El motivo del regalo era recalcarle que el instrumento era boliviano, luego de que el ex Presidente Lagos le regalara uno al vocalista de U2. Pero Morales no se quedó conforme con el gesto, y luego creó el "Día Nacional del Charango", estampillas con su fotografía y calles que se llamaban "charango".  

 









 

El artista independiente: Durante la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de 1996, el Mandatario ecuatoriano Abdalá Bucaram pidió la palabra, pero no para pronunciar un discurso sobre la unidad latinoamericana, sino que ¡Sorpresa! "Yo no he venido a vender..." comenzó a regalarles a todos los Presidentes copias de un disco que él había grabado. En éste -que al parecer nunca llegó a ser superventa- interpretaba canciones populares, como la tradicional "Puerto Montt", acompañado por Los Iracundos.

 









 

Para darle con el látigo: Y era que no. El ex Presidente George Bush es infaltable en cualquier recuento de chambonadas. Para comenzar, y como si no le bastara con el látigo de la indiferencia de varios países, quizás en un arranque sádico el ex premier húngaro, Peter Medgyessy, le regaló nada menos que un látigo de cuero ornamentado. Para seguir, el sultán de Brunei, que bien podría haberle regalado algún autito de lujo o un jet privado, le dio un libro de 15 dólares, que enseña cómo escaparse de un león y librarse de abejas asesinas. El rey Abdullah II de Jordania no fue menos y le obsequió seis frascos de fertilizante.