JERUSALÉN.- El jefe del gobierno israelí, Benjamin Netanyahu, presidió el domingo el primer consejo de ministros del nuevo gobierno, que con 30 ministros es el más numeroso de la historia del país.
"Tenemos una gran responsabilidad y mucho trabajo por delante. Actuaremos juntos, nos remangaremos la camisa y empezaremos a trabajar", dijo a los periodistas al inicio de la reunión Netanyahu, jefe del principal partido de la oposición de derecha israelí, el Likud.
"En las próximas semanas vamos a elaborar una política para hacer avanzar la paz y la defensa" de Israel, añadió Netanyahu, que juró su cargo el miércoles.
Desde entonces, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, concentró toda la atención al comentar que Israel no tiene que respetar los compromisos contraídos en la conferencia de Annapolis (Estados Unidos, noviembre de 2007) sobre la creación de un Estado palestino.
"Hay un solo documento que nos vincula y no es la conferencia de Annapolis (...), sólo la Hoja de Ruta", declaró Lieberman durante una ceremonia de traspaso del poder con su predecesora, Tzipi Livni.
"El gobierno israelí y la Knesset (parlamento unicameral israelí) nunca adoptaron Annapolis", sostuvo Lieberman, jefe del partido de extrema derecha Israel Beitenu.
La Hoja de Ruta es el plan de paz del Cuarteto Internacional para Medio Oriente (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la ONU) lanzado en 2003 y que prevé la creación de un Estado palestino junto al Estado hebreo.
Al día siguiente, en declaraciones al diario israelí Haaretz, Lieberman descartó la retirada de Israel de la meseta del Golán, conquistada a Siria en 1967 y anexada en 1981. "No hay una resolución del gabinete israelí sobre las negociaciones con Siria y ya hemos dicho que no aceptaríamos una retirada de la meseta del Golán", afirmó Lieberman.
Tras asumir el cargo, Lieberman fue interrogado dos veces por sospechas de corrupción, anunció un portavoz de la policía.
Según la prensa, Lieberman recibió "muy importantes sumas de dinero del extranjero" para financiar sus campañas electorales.
Netanyahu también anunció la anulación del proyecto de construcción de un nuevo edificio en Jerusalén que debía albergar los despachos del primer ministro por un coste de unos 160 millones de dólares, votado por el precedente gobierno de Ehud Olmert.
"Presentaremos una proposición más modesta", añadió Netanyahu. También manifestó su intención de nombrar a un "responsable para el conjunto del sistema de salud".
La ausencia de un ministro de Sanidad en el seno del gobierno había provocado duras críticas por parte de los sindicatos del personal sanitario y de los medios de comunicación.