LONDRES.- El jefe de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, Bob Quick, tuvo que presentar su renuncia debido a un descuido que precipitó ayer la detención de 12 presuntos terroristas, confirmaron hoy fuentes oficiales.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, señaló que aceptó la renuncia con pena y a disgusto. Quick se disculpó por haber puesto en riesgo el éxito de una operación y lamentó "profundamente" las dificultades que pudo provocar.
El principal responsable de la lucha contra el terrorismo fue fotografiado ayer por la prensa con documentación confidencial debajo el brazo y con información legible sobre una operación antiterrorista en marcha.
En los papeles podían leerse, entre otras cosas, los nombres de los sospechosos que se iba a arrestar. Las fotos precipitaron las redadas en las que la policía detuvo a 12 sospechosos de tener contactos con la organización terrorista Al Qaeda.
La policía siguió hoy sin ofrecer más detalles de la operación, en la que participaron cientos de efectivos en Liverpool y Manchester, entre otras localidades. Los detenidos, diez de los cuales son paquistaníes con visado de estudiantes, están siendo interrogados.
Algunos medios señalaron que los supuestos insurgentes tenían previsto atentar contra un centro comercial y un club nocturno en Manchester, aunque no de forma inminente. Los datos no fueron confirmados de forma oficial.
