Ataque suicida deja 16 soldados muertos en Irak

BAGDAD.- Un atacante suicida vestido con uniforme del Ejército, entró hoy en una base militar al oeste de Bagdad y detonó su carga explosiva en medio de soldados iraquíes que hacían fila para almorzar, matando a 16 efectivos militares e hiriendo a otros 50, informaron funcionarios iraquíes.

El ataque ocurrió en una base conjunta compartida por el Ejército iraquí y las fuerzas estadounidenses en Habbaniyá, un antiguo reducto de la insurgencia sunita a unos 70 kilómetros al oeste de Bagdad, dijeron dos oficiales del Ejército iraquí.

Un coronel iraquí, que habló por teléfono desde la base, dijo que el atacante lucía uniforme militar.

El coronel descartó la posibilidad de que el suicida hubiese entrado a la base a través de puestos de control en el perímetro del cuartel, debido a las estrictas medidas de seguridad. De acuerdo al oficial iraquí, es posible que el miliciano haya ingresado a través de brechas en el alambrado de púas que rodea la base.

El atacante se acercó a un grupo de soldados que se dirigían al comedor de la base y detonó su carga explosiva, dijo otra de las fuentes, que al igual que la primera habló a condición de guardar el anonimato por tener prohibido difundir información.

No se aclaró si había soldados estadounidenses cerca del lugar del atentado.

Ningún grupo reclamó la autoría del ataque, pero los atentados suicidas son una táctica utilizada por Al Qaeda en Irak y otros grupos de la insurgencia sunita.

Habbaniyá se encuentra en la provincia occidental de Anbar, donde la mayoría de la población es sunita y que fue un baluarte de Al Qaeda y centro de la insurgencia después de que la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 derrocó a Saddam Hussein.

Fuerzas de seguridad iraquíes han sido con frecuencia blanco de los insurgentes.

Hace casi una semana, un atacante suicida estrelló un camión cargado con una tonelada de explosivos cerca de una jefatura policial en la ciudad norteña de Mosul, matando a cinco soldados estadounidenses y a dos policías iraquíes, e hiriendo a unas 60 personas.
Fue el ataque más letal contra soldados estadounidenses en más de un año.