SANTIAGO.- A la espera de que su nominación como nuevo responsable para América Latina en el Departamento de Estado sea ratificada por el Senado estadounidense, Arturo Valenzuela, continúa sus labores como profesor y director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown.
Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Columbia, Valenzuela es uno de los intelectuales de mayor prestigio en el área de los estudios de América Latina en el país. Por lo mismo, no es casualidad que fuese considerado por el Presidente Obama para liderar la oficina de Asuntos Hemisféricos del gobierno, el cargo más alto de las relaciones entre Washington y América Latina.
Radicado desde los 16 años en el país del norte -donde realizó sus estudios-, cuenta con sólidos lazos en el Partido Demócrata desde 1992, cuando comenzó el primer período del ex Presidente Bill Clinton.
Ahí se desempeñó como el segundo hombre de la oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, y en 1995 asumió como director de Asuntos Interamericanos del Consejo de Seguridad Nacional.
En vista de su cercanía con los Clinton -asesoró a Hillary antes de las primarias demócratas-, entendidos proyectaban hace unos meses en El Mercurio que Valenzuela era la mejor opción para el puesto. "Por su vinculación con los Clinton, su conocimiento del tema y su carácter centrado y poco polémico, pareciera que Valenzuela está corriendo solo en esta carrera", decía el director del Inter-American Dialogue, Peter Hakim.
Tareas pendientes
"Lo que tiene que hacer Estados Unidos es escuchar más. Pero si escucha más, entonces también la región tiene que proponer más. EE.UU. tiene otras prioridades también en el mundo; entonces lo más importante es que haya una posibilidad de interlocución", afirmaba Valenzuela en una charla.
Y en esa línea, antes que fuese considerado para el cargo, proyectaba en entrevista, una las grandes materias a reconstruir: la distancia con Latinoamérica.
"Esta ha sido una época en que ha habido un distanciamiento muy grande entre Estados Unidos y América Latina", señalaba refiriéndose a la política del ex Presidente George W. Bush, "y el desafío es tratar de empezar a reconstruir una relación".