Reuters
SAN PEDRO DE SULA.- El Grupo de Trabajo de la OEA que debatía los diferentes proyectos para levantar la suspensión de Cuba de la organización, fracasó este lunes en su último esfuerzo por lograr un consenso y decidió elevar los borradores a los cancilleres.
"Hemos llegado hasta el punto límite y se terminó", dijo un embajador ante la OEA que pidió el anonimato, al culminar intensas reuniones de los representantes de los 34 países que desde el domingo buscaban tratar de llegar a un consenso sobre una resolución para presentar en la asamblea.
Eso significa que la XXXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) se inaugurará mañana en Honduras, con toda probabilidad, sin haber alcanzado un acuerdo previo sobre Cuba y serán los cancilleres que tendrán que decidir cómo proceder.
"Hemos decidido que necesitamos la orientación de nuestros cancilleres sobre estos temas que no podemos decidir aquí", señaló el representante ante la Organización.
La propuesta que genera mayores adhesiones, más de 26 países de los 34, es una que busca revertir la resolución que sacó a Cuba y luego comenzar un proceso para reintegrarla bajo la óptica de la Carta Democrática de la OEA, según señalamientos coincidentes de representantes de varias naciones.
Estados Unidos había dicho que todavía no tomaba la decisión de sumarse a esa resolución, señaló el representante alterno ante la OEA, Lewis Amselem.
Países como Nicaragua, Venezuela y Bolivia rechazan cualquier condicionamiento al retorno de la isla comunista, lo que ven como resarcimiento de un "error histórico" del organismo.
Tradicionalmente la OEA prefiere decidir por consenso, aunque una decisión podría ser tomada con los votos de dos tercios de los países miembro.
Ajena a estas discusiones, La Habana ha reiterado que no volverá a la OEA, a la que considera una organización subordinada a Washington.