WASHINGTON.- Los trabajos para la extensión del metro de Washington hicieron salir a la luz misteriosos cables de fibra óptica que forman parte de redes secretas gestionadas por la central de inteligencia, la CIA.
Los episodios, según revela la prensa norteamericana, se están multiplicando ahora que los trabajos para la prolongación del metro se concentran en el área de McLean, un suburbio de Virginia a las puertas de Washington, a dos pasos de Langley, donde se encuentra el cuartel general de la CIA.
Los obreros ya están acostumbrados al riesgo de cortar los "black wires", cables de fibra óptica que no figuran en ningún mapa oficial.
Cuando sucede algo así, se producen escenas como la que contó al Los Angeles Times Aaron Georgelas, responsable de una empresa constructora cuyas topadoras rompieron un cable semejante.
En pocos minutos, aparecieron tres vehículos negros con vidrios oscuros, y agentes federales de una agencia no precisada informaron a los obreros que acababan de cortar "un cable nuestro".
El área de McLean, además de estar cerca de la sede de la CIA, está a poca distancia también del Pentágono.