FARC condiciona otra liberación a presencia de senadora

COLOMBIA.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron hoy su intención de liberar a otro soldado recientemente secuestrado, pero insistieron en que sólo se lo entregarán a la senadora opositora Piedad Córdoba y al padre de Moncayo, Moncayo, ambos desautorizados por el Gobierno.

Las FARC hicieron este anuncio en una carta abierta dirigida a los familiares del soldado José Daniel Calvo Núñez, quien fue secuestrado en un enfrentamiento, el pasado 20 de abril.

El grupo guerrillero explicó que Calvo Sánchez cayó en sus manos en un choque con el Ejército en el caserío “El Encanto”, en el departamento del Meta, pero que no es su política “retener soldados, agentes de policía o infantes de marina”, para su oferta de intercambiar rehenes por presos.

“En ese sentido sólo consideramos a quienes ejercen funciones de mando”, citaba la misiva.

Por ello, “queremos liberarlo garantizando que en el camino a su libertad no tenga dificultades ni se le presenten situaciones que luego tengamos que lamentar”, dijo el escrito firmado por el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP.

Sin embargo, el presidente colombiano Álvaro Uribe sólo ha autorizado para recibir a los rehenes a la Iglesia Católica y la Cruz Roja.

El grupo guerrillero que no se opone a la presencia de estos dos organismos, aunque la consideró “insuficiente”, remarcando que “la entrega se hará personalmente a los compatriotas mencionados”, refiriéndose a Córdoba y Moncayo.

Pablo Emilio Moncayo, cuya liberación fue anunciada por las FARC en abril, fue secuestrado el 21 de diciembre de 1997 cuando tenía 18 años y cumplía el servicio militar como cabo primero en una base de comunicaciones del Ejército en el cerro de Pastascoy, en el departamento de Nariño.

Su padre es conocido como “Caminante por la Paz” por las largas marchas a pie que ha realizado para pedir la liberación de su hijo.

En la actualidad, las FARC tienen en su poder, entre militares y policías, a 22 rehenes a los que consideran “canjeables,” puesto que proponen liberarlos a cambio de la excarcelación de medio millar de rebeldes presos.