LA PAZ.- El Gobierno de Bolivia no ha renunciado a que Chile pague la "deuda histórica" acumulada por el uso de las aguas de la región fronteriza boliviana del Silala, afirmó hoy el ministro de Exteriores, David Choquehuanca.
"No estamos renunciando y no vamos a renunciar a la deuda histórica", dijo hoy Choquehuanca en una rueda de prensa, al ser consultado sobre los acuerdos preliminares alcanzados con el Gobierno de Chile sobre las aguas del Silala, situadas en el departamento andino de Potosí.
El convenio preliminar consiste en que empresas chilenas paguen por el 50 por ciento del usufructo de las aguas del Silala, mientras una investigación científica determina si las aguas son un manantial, como sostiene Bolivia, o un río, como asegura Chile.
Según el canciller boliviano, los estudios se realizarán de forma conjunta y durarán al menos cuatro años.
Además, Choquehuanca rechazó hoy las críticas realizadas por los dirigentes regionales de Potosí al proyecto de convenio alcanzado el pasado martes en La Paz.
Ese día, los viceministros de Exteriores Hugo Fernández, de Bolivia, y Alberto Van Klaveren, de Chile, firmaron un acta que recomienda la adopción del proyecto de acuerdo alcanzado al respecto.
Los dirigentes potosinos dijeron que el Gobierno no cumplió con su compromiso de informar sobre el avance de las negociaciones, ni logró que Chile pague la "deuda histórica" acumulada desde 1908, cuando se inició la explotación de las aguas en el norte chileno.
Choquehuanca negó que el Gobierno haya aceptado la versión de Chile en el sentido de que el Silala sea un río cuyas aguas deben compartirse y aseguró que el tratamiento que se dará a la deuda histórica es parte del convenio que aún debe ser firmado.
La controversia sobre el Silala es uno de los trece puntos de la agenda bilateral que desde el 2006 discuten los Gobiernos de Evo Morales y de Michelle Bachelet y que incluye la demanda boliviana de conseguir la restitución de la salida al Pacífico perdida en una guerra en el siglo XIX.
