URUMQI.- El Presidente chino, Hu Jintao, abandonó apresuradamente la cumbre del G8 el miércoles para volver cuanto antes a su país tras las fuertes tensiones que se viven en la región de Xinjiang, donde el gobierno llenó la zona de fuerzas de seguridad luego de disturbios y portestas que han dejado 156 muertos.
Helicópteros lanzaban panfletos pidiendo calma a los 2,3 millones de ciudadanos de Urumqi, la capital de la región de Xinjiang.
Durante los últimos días, cientos de chinos de la etnia han se han enfrentado a miembros de la minoría uigur con ladrillos, tubos de acero y cuchillos.
Un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores señaló que "dada la actual situación en Xinjiang", el presidente Hu Jintao acortó su viaje a Italia a una reunión del Grupo de los Ocho el miércoles y regresó a casa.
Se desconoce si el mandatario viajará a Urumqi, que está a unas cuatro horas en avión desde Beijing.
Tras un toque de queda por la noche, las calles de Urumqi se mantuvieron más calmadas el miércoles, pero los residentes mostraron a los periodistas imágenes en videos y celulares del caos que se vivió horas antes, reportando los fuertes episodios de violencia y señalando manchas de sangre. Algunos de ellos habían creado barricadas con muebles y basura.
"El gobierno nos dijo hoy que no participáramos en ningún tipo de violencia. Han pedido eso por la radio e incluso conducen por los barrios con altavoces diciendo a la gente que no lleve armas", dijo un chino han que se sólo se identificó como Wang.
Cientos de agentes de policía paramilitar hacían guardia en las principales calles de los barrios uigures y en la principal plaza de la ciudad, donde se iniciaron los altercados.
Los uigures aseguran que la muerte de trabajadores uigures el 25 de junio durante un enfrentamiento en la ciudad de Shaoguan provocaron los disturbios que empezaron el domingo. La policía los reprimió usando gas lacrimógeno y con un fuerte uso de la fuerza.
Los medios estatales aseguran que dos trabajadores murieron en las peleas de junio, pero la comunidad uigure cree que muchos más murieron y que el incidente demuestra lo poco que el gobierno se preocupa por ellos.
Muchos uigures aseguran que los chinos han — que han fluido a la región en masa con el rápido desarrollo reciente — están intentando expulsarles. Al mismo tiempo, los han dicen que los uigures son retrógrados y e ingratos por el desarrollo económico y la modernización.
Las autoridades han intentado controlar la situación bloqueando internet, incluidos portales sociales como Facebook, y limitando el acceso a servicios de mensajes de texto con celulares. Por otro lado, la policía ha permitido que los medios internacionales cubran los enfrentamientos.
El miércoles, empleados de cafés de internet en otras dos ciudades, Turpan y Kashgar, dijeron que las conexiones a internet habían sido interrumpidas.
