''Nadie puede ver la diferencia'', asegura el director del zoológico.
REUTERSGAZA.- La necesidad agudiza el ingenio: para enriquecer los atractivos de un pequeño zoológico en Gaza con una cebra, su director, Imad Quassim, hizo pintar a un burro rayas negras.
"El zoológico no tenía una cebra y fue una idea inteligente pelar a un burro y pintarlo como si fuera una cebra. Le digo, nadie puede ver la diferencia", afirmó hoy Quassim, de 39 años, en Gaza.
El objetivo subyacente era llevarles alegría y felicidad a los niños palestinos, con motivo del "Eid al-Fitr", la festividad religiosa islámica que marca del fin del Ramadán, el mes del ayuno.
La buena acogida alentó al director del zoológico a hacer pintar rayas a un segundo burro. El efecto fue el mismo y entretanto, los dos animales se convirtieron en los preferidos del público.
Esto es tan bizarro como la creación del zoológico: la mayoría de los inicialmente 200 animales fueron contrabandeados a la Franja de Gaza a través de un túnel por debajo de la frontera con Egipto.
Al final, se logró una colección de lobos, zorros, hienas, víboras y monos retozando en las jaulas junto con el orgullo del zoológico: un león y una leona.
El recinto no puede conseguir animales por los caminos legales, porque Israel prácticamente aisló a la Franja de Gaza con sus alrededor de 1,5 millones de habitantes del mundo exterior.
Durante la guerra de Gaza de fines de 2008 y comienzos de 2009, el zoológico también fue blanco de disparos, dijo Quassim. Tras el fin de la acción militar, sólo quedaron entre 25 y 30 animales. Muchos murieron o huyeron.
También se escapó la pareja de leones, pero posteriormente fue recapturada.