Mandatario español se compromete a conseguir la paz entre palestinos e israelíes

MADRID.- El Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió este jueves con la Autoridad Palestina e Israel a conseguir la paz en la región tras los nuevos esfuerzos dirigidos por su par de Estados Unidos, Barack Obama.

En el segundo día de su gira por Oriente Medio, Zapatero mostró interés en contribuir por la paz en la zona, en los que España tendrá un papel más importante cuando asuma la presidencia de la Unión Europea el 1 de enero.

"España va a trabajar duro, va a mojarse en su presidencia (de la UE) por la paz en la región y por el reconocimiento del Estado palestino", dijo Zapatero tras visitar los territorios palestinos y reunirse con su Presidente Mahmoud Abbas en la ciudad cisjordana de Ramallah.

Zapatero inició su gira por Siria, los territorios palestinos e Israel después de reunirse el martes con Obama en la Casa Blanca.

En la primera visita de un Mandatario español a Israel desde hace 10 años, Zapatero manifestó que España va a volcar su potencial diplomático en la tarea, que reconoció llena de dificultades y "nudos difíciles".

"Hay que conseguir la paz justa, con un Estado de Israel seguro, al que se le garantice la seguridad, con el compromiso de la comunidad internacional, en contra del terrorismo y de cualquier secuela del terrorismo", dijo Zapatero en una rueda de prensa conjunta tras su encuentro con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Zapatero, que también celebró una reunión con el Presidente de Israel Simon Peres, inició la jornada visitando el Museo del Holocausto para rendir homenaje y recordar a los seis millones de judíos víctimas del nazismo.

"La España democrática está con la memoria del Holocausto, solidaria con el sufrimiento que tuvo el pueblo judío", dijo el funcionario ante la pregunta de un periodista sobre el genocidio del pueblo judío, al que calificó de "la página más inhumana de la historia".

"Cualquier rasgo de antisemitismo en absolutamente inaceptable, moralmente despreciable", destacó Zapatero.