MADRID.- El número de mujeres sudamericanas que se sometieron a una interrupción voluntaria de embarazo (IVE) en España el año pasado duplicó al de las europeas no españolas.
Según datos publicados hoy por el Ministerio de Sanidad y Política Social de España, de las 115.812 mujeres -un 3,27% más que el año anterior- que se sometieron en 2008 a un aborto, 26.538 procedían de América del Sur frente a las 12.781 de países europeos.
La cifra total de americanas ascendió a 29.866, de las que 212 procedían del América del Norte y 3.116 eran de América Central y Caribe.
Las nacidas y residentes en España sumaron el 54,5% de las IVE practicadas en 2008 (63.211 mujeres) frente al 43,6% (50.569) de las mujeres procedentes de otros países y residentes en España.
En cuanto a otras regiones, destaca el número de africanas que se sometieron a un aborto en 2008 en España, que fue de 6.149.
La cifra global de 115.812 mujeres refleja, según la valoración del Ministerio español, "una tendencia a la estabilización" en el número de interrupciones voluntarias de embarazo, ya que el incremento de más de tres puntos está muy por debajo del 10,3% de 2007 y de los incrementos superiores al 6% registrados desde 2004. La fuente añade que 10.221 de esas mujeres eran menores, con edades entre los 15 y los 18 años.
El Gobierno español aprobó en septiembre pasado la reforma de la ley del aborto, que sitúa en 16 años la mayoría de edad para decidir sobre una interrupción voluntaria del embarazo.
La nueva norma establece el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22, en caso de riesgo de la vida o salud de la mujer o graves anomalías en el feto, siempre que, en este último caso, haya un dictamen emitido por dos médicos especialistas distintos a los que practican la intervención.
Esta norma sustituyó a la actual legislación que databa de 1985, cuando se despenalizó el aborto en casos de violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y psíquica de la madre.
La reforma propuesta por el Gobierno socialista ha generado una fuerte oposición entre los sectores conservadores y la Iglesia católica.
