Benedicto XVI envía un saludo especial a Colombia

VATICANO.— Ante unos 100 motociclistas colombianos congregados en la plaza de San Pedro, que reclaman la liberación de los secuestrados por los grupos guerrilleros, el papa Benedicto XVI hizo el domingo un saludo "particular a los fieles provenientes de Colombia y a quienes se unen a ella a través de la radio y la televisión".

Los integrantes de la Caravana Motorizada Internacional por la Libertad de los Secuestrados hicieron rugir los motores de sus motos de gran cilindrada, lanzaron al aire unos globos blancos, luciendo banderas colombianas, cuando el pontífice se refirió a su país, aunque no hizo ninguna alusión a los secuestrados.

Entre los asistentes se observó una cierta decepción a que el Papa no se hubiera referido específicamente a su caso, tras el tradicional rezo dominical del Angelus, pero expresaron su esperanza que lo haga cuando el miércoles reciba al periodista colombiano Herbin Hoyos, de 38 años, quien organizó esta iniciativa.

Hoyos, director del programa "Las voces del secuestro", en el que los familiares de los capturados les envían mensajes, le entregará al pontífice un casco blanco regalado por la familia de un secuestrado.

Secuestrado por las FARC en 1993, pero rescatado días después, Hoyos señaló que en Colombia hay todavía 23 policías y militares y más de 3.000 civiles que están en la selva en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército Nacional de Liberación (ENL).

"Hemos traído un mensaje de libertad, esperamos en la ayuda del Papa, tras este hecho histórico de que por primera vez se hubiera permitido el ingreso de motos al Vaticano", afirmó.

El embajador de Colombia ante el gobierno italiano, Manuel Pretelt de la Vega, señaló: "Si esas personas fueran liberadas, se iniciaría un proceso de paz serio, después que unos 50.000 guerrilleros abandonaron las armas y que queda solo un grupo pequeño, de unos 10.000, pero muy fuerte porque recibe el dinero del narcotráfico".

Esta iniciativa es "para decirle a los que tienen en manos a mi padre y a todos los secuestrados, que el Papa y el mundo los están mirando y pidiendo su liberación", afirmó Jenny Mendieta, hija del general Luis Mendieta, secuestrado desde hace 11 años.

"Tenía 12 años cuando mi papá fue secuestrado, hace dos meses supimos que está vivo, y espero poder abrazarlo de nuevo", manifestó la mujer de 23 años.

El sacerdote de la diócesis de Medellín Germán Bustamante manifestó: "Esta manifestación servirá para mantener viva la esperanza de los secuestrados, de que podrán obtener la libertad, y a los que los tienen prisioneros, a que reflexionen sobre este atroz delito".

La caravana partió el 3 de noviembre de Bogotá y desde el aeropuerto de Madrid recorrió 5.000 kilómetros para llegar hasta el Vaticano, donde se agregaron unos 200 motociclistas italianos.