LISBOA.- La XIX cumbre Iberoamericana fue inaugurada en una ceremonia en Lisboa en la noche del domingo (tarde en Chile), con la presencia de la Presidenta de Chile Michelle Bachelet.
La Cumbre tuvo su partida con el liderato del primer ministro portugués, Jose Sócrates, dividida en torno a las controvertidas elecciones en Honduras.
Poco antes, los cancilleres iberoamericanos no pudieron ponerse de acuerdo sobre la legitimidad de los comicios de este domingo, en una reunión que mantuvieron en la sede de la cumbre, en un lujoso hotel de Estoril, un balneario aristocrático a 25 km al oeste de la capital.
Los ministros de Exteriores "han presentado las distintas posiciones de los distintos gobiernos en busca de una solución de consenso que será trabajada en el día de mañana" lunes durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, declaró el secretario iberoamericano, Enrique Iglesias.
Portugal, anfitrión y presidente del encuentro, "ha quedado encargado de preparar un texto" sobre las elecciones, indicó el viceministro de Relaciones Exteriores brasileño, Antonio Patriota.
El canciller argentino, Jorge Taiana, declaró que "las elecciones no pueden ser válidas si son efectuadas sin el restablecimiento del presidente constitucional", Manuel Zelaya.
Según Taiana, esta posición, que defendió en el encuentro la canciller del presidente hondureño depuesto, Patricia Rodas, la respaldaron Brasil, España, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Guatemala, y Cuba.
Los cancilleres de Venezuela y Nicaragua, cuyos gobiernos también defienden esta posición, no estaban presentes.
El vicepresidente y canciller de Panamá, Juan Carlos Varela, reafirmó que su gobierno reconocerá la legitimidad de las elecciones "si todo culmina como ha comenzado".
"Es un paso muy importante para salir de la crisis, no lo es todo, pero es un paso muy importante", añadió.
Costa Rica y Perú también indicaron que reconocerían las elecciones hondureñas, al igual que Estados Unidos.
Ocho presidentes latinoamericanos -los de Venezuela, Cuba, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Honduras- no asisten a la cumbre aduciendo diferentes motivos, pero algunas ausencias reflejan las tensiones que vive la región.
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, expuso una posición que podría servir de base para un consenso.
"El candidato que resulte ganador de esta elección debería dar muestras en los meses que faltan para su toma de posesión (27 de enero) de que está dispuesto a convocar a un gobierno de unidad nacional y reconciliación", señaló.
Funes apuntó que ese gobierno de unidad debe ser necesariamente "con la participación del presidente 'Mel' Zelaya, a quien hay que devolverle sus poderes constitucionales".
Dijo que El Salvador propondrá a los gobiernos de América Latina que se reforme la Carta Democrática de la OEA para que "no sólo quede explícito que no se reconocen gobiernos de facto que resulten del rompimiento de la institucionaidad, sino que" también apruebe "sanciones económicas y diplomáticas".
El Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, informó de que el 4 de diciembre el Consejo Permanente de la OEA analizará en Washington las elecciones y lo que decida el Congreso de ese país el 2 de diciembre sobre el pedido de restitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya.
La cumbre finalizará el martes con la aprobación de la Declaración de Estoril, que lanzará el proyecto "Iberoamérica Innova", promovido por Brasil, España y Portugal, para impulsar proyectos de innovación en el sector empresarial.
Además adoptarán otras declaraciones especiales, entre ellas sobre la cumbre del Clima de Copenhague, ante la cual "no hay un acuerdo" entre los países de la comunidad debido a diferencias en el límite de reducción de emisiones, según las fuentes.
Al margen de esta cita, Mercosur ha convocado un encuentro el lunes con responsables de la Unión Europea (UE) y de España, que presidirá la UE en el primer semestre de 2010, para manifestar su interés por reactivar las tratativas comerciales con el bloque europeo, actualmente en punto muerto.