WASHINGTON.- Estados Unidos presentó este miércoles su estrategia para evitar la propagación de armas biológicas, que incluye un aumento de la cooperación entre países para garantizar que material potencialmente peligroso esté protegido adecuadamente.
Asimismo, hace un llamado a implementar leyes adecuadas para castigar a individuos que trabajen en o tengan acceso a laboratorios biológicos que violen reglas.
Sin embargo, Obama mantiene la política de la administración anterior que rechaza el establecimiento de un mecanismo mundial que garantice que los países cumplan con la Convención sobre Armas Biológicas de 1975, que prohíbe el uso y producción de armas biológicas.
"El Presidente (Barack) Obama tiene claro que el ataque a una gran ciudad con armas biológicas causaría tantas víctimas y destrucción como un ataque nuclear", explicó la subsecretaria de Estado para el Control de Armas y Asuntos de Seguridad Internacional, Ellen Tauscher, en una conferencia sobre armas biológicas en Ginebra.
Las medidas adoptadas para la protección frente a este tipo de armas incluyen una mejora del intercambio de informaciones sobre los peligros así como los resultados de las investigaciones para tratar enfermedades graves, que ponen en riesgo la vida.
También es importante desarrollar medidas a nivel mundial, para evitar el mal uso de los conocimientos científicos.Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos no tiene previsto retomar las conversaciones sobre un monitoreo internacional de la Convención sobre Armas Biológicas, dijo Tauscher.
Tras una cuidadosa evaluación, los representantes del gobierno en Washington llegaron a la conclusión "de que un instrumento vinculante no lograría ni una verificación clara ni más seguridad".
La Convención sobre Armas Biológicas, que fue firmada en 1975 por 143 países, prohíbe la fabricación, almacenamiento y uso de armas biológicas. Sin embargo, no hay acuerdo acerca de cómo controlar esto.
El Gobierno de Estados Unidos, bajo la Presidencia de George W. Bush, había rechazado el monitoreo, que preveía a nivel mundial controles no anunciados a empresas privadas e instalaciones estatales.
La industria biotecnológica de Estados Unidos había protestado temiendo que se realice espionaje económico.