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Los Obama tienen programados 28 eventos durante diciembre en la Casa Blanca

Para este año, la pareja presidencial eligió para las fiestas el lema "reflexionar, alegrarse, renovar".

13 de Diciembre de 2009 | 09:10 | DPA

WASHINGTON.- Llegó la hora de las fiestas en la Casa Blanca. En diciembre los Obama tienen programados 28 eventos festivos con un total de unos 50.000 invitados en las que serán sus primeras fiestas navideñas en como la "First Family" de Estados Unidos.


Los colaboradores del Presidente Barack Obama aseguran que este espíritu festivo fue similar en los anteriores gobiernos. Hay fiestas para los miembros del Ejército, para servicio secreto, para los empleados de la Casa Blanca y para los medios, aparte de recepciones con motivos de la festividad judía de la Janucá o de la africana Kwanza.


Y todas las fiestas tienen un punto en común: los invitados comen "como locos". Así lo reveló recientemente Walter Scheib, el anterior cocinero jefe de la Casa Blanca, que con los presidentes George W. Bush y Bill Clinton se encargaba del torrente de invitados y por ello sabe de qué habla.


Cada empleado de la cocina puede llegar a trabajar 100 horas a la semana sin problemas, bromeó el chef. "Las Navidades en la Casa Blanca es tanto a nivel mental como físico una época de grandes desafíos", sostuvo.


Y resulta especialmente ardua para el "Pastry Chef" (responsable de la pastelería), que se encarga de preparar la repostería. En octubre, Bill Yosses y su equipo ya empiezan a planificar y preparar los dulces. En las cámaras frigoríficas de la "First Kitchen" (la cocina de la Casa Blanca) se amontonan montañas de pasta para galletas y otros postres.


Su regla de oro, según reveló a varios medios estadounidenses, es cuatro pequeñas galletitas o dulces por invitado, aún cuando es conocido que uno u otro dulce acaba envuelto en una servilleta y desaparece en el bolso o el bolsillo de una chaqueta. Un souvenir.


Este año, en el bufet de los postres se podrán degustar bombones de avellana y trufas de chocolate, así como "lebkuchen" y otras delicias. Pero la pieza más espectacular, que también sirve de decoración es el tradicional pan de especias hecho imitando la forma de la Casa Blanca. Durante seis semanas han trabajado Yosses y su equipo en esta obra de 188 kilos de peso que va recubierta de chocolate blanco. La novedad este año son las verduras confeccionadas a base de mazapán.


De este modo se hacen eco de la iniciativa de la Primera Dama, Michelle Obama, una mujer muy preocupada de la buena forma física y la comida sana, que ahora ha plantado en el jardín de la residencia presidencial verdura para que familia coma productos frescos.


Las fiestas este año también presentan algunas novedades. Por consideración a las hijas del Presidente, Sasha (de 8 años) y Malia (de 11), hay menos fiestas durante el fin de semana y las tardes, pero se convocan cuando las niñas están el colegio.


Y aún cuando la economía ya apunta que se está saliendo de la recesión, los tiempos son los suficientemente duros para ofrecer al menos algo de frugalidad. Así, el árbol de navidad oficial de la Casa Blanca, en el salón azul, tiene unos 700 objetos de decoración que, se podría decir que han sido reciclados. Son los restos de anteriores gobiernos y Michelle Obama los envió a diferentes organizaciones benefactoras en el país donde, por deseo de la Primera Dama, fueron renovados para que ahora reflejen los atractivos de cada una de las regiones.


Los Obama se muestran también preocupados con el medio ambiente. El imponente abeto de cinco metros y medio está adornado con luces de bajo consumo y la naturalidad es la consigna: así que las guirnaldas, las coronas y los en total 20 árboles de la Casa Blanca están decorados con magnolias, flores de hortensias y pimientos, y se emplearon maderas del huerto de verduras de la Primera Dama.


Los inquilinos de la Casa Blanca eligen un lema para las fiestas, y los Obamas han optado en su primer año por "reflexionar, alegrarse, renovar". Lo que no significa que estas fiestas traigan aparejado más de un dolor de cabeza.


Así, según el diario "The New York Times", en círculos judíos hay descontento manifiesto por la cifra de invitados la semana que viene a la fiesta de la Janucá. A Obama se le reprocha que sólo haya invitado a 400 personas, cuando con George W. Bush eran 800. Eso es falso, se apunta desde la Casa Blanca: Se esperan a 550 invitados, mientras que con Bush eran sólo 600.


Lo que si han rebajado los Obama son la cifra de tarjetas de felicitación navideñas. Según se señala, se han enviado unas "cientos de miles", mientras en el primer año de Bush, en el 2003 fueron cerca de 1,5 millones de tarjetas.


¿Y cuánto cuestan todas estas fiestas? Sobre este tema los Obama tienen los labios sellados. Como dice la sabiduría popular: a disfrutar y a callar.

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