BEIJING.- El Gobierno chino defendió hoy la pena de muerte por narcotráfico impuesta al ciudadano británico Akmal Shaikh, quien según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido será ejecutado el 29 de diciembre.
"Las autoridades judiciales llevaron el caso de acuerdo con la ley y se garantizaron los derechos" del acusado, señaló en rueda de prensa la portavoz de turno de ese Ministerio, Jiang Yu.
Jiang subrayó que en China, igual que en la práctica internacional, "el narcotráfico es un grave crimen" e insistió en que la actitud de la justicia nacional ante el caso fue "acorde con la ley".
Shaikh, de 53 años, fue detenido en 2007 en Urumqi (noroeste de China) con cuatro kilos de heroína y condenado más tarde a muerte, sentencia que fue ratificada ayer, lunes, por el Tribunal Supremo de China, la instancia superior de justicia en el país asiático.
De producirse la ejecución, Shaikh sería el primer ciudadano de la Unión Europea ejecutado en China en medio siglo, de acuerdo con sus abogados.
La defensa sostuvo como atenuantes que el británico padece probablemente un trastorno bipolar y que una banda mafiosa le forzó a transportar esa droga, recursos que no fueron admitidos por los jueces chinos.
El Gobierno británico ha presionado para que China detenga la ejecución, principalmente a través del Primer Ministro, Gordon Brown, quien presentó la petición este mes en una conversación telefónica con su homólogo chino, Wen Jiabao.
Los observadores señalan que el actual rifirrafe diplomático que China y Reino Unido mantienen por los acuerdos de Copenhague (el ministro de Energía británico acusó a China de haber "secuestrado" la Cumbre del Cambio Climático) podría dificultar los esfuerzos para que Shaikh escape de la pena de muerte.
