LONDRES.- Miles de automovilistas pasaron la pasada noche en sus vehículos en el sur de Inglaterra después de que la intensa nevada caída el lunes inmovilizara automóviles y camiones.
Según informó hoy la Policía del condado de Hampshire (sur de Inglaterra), unas 3.000 personas quedaron retenidas en sus vehículos en la localidad de Basingstoke y no pudieron movilizarlos hasta primera hora de hoy, mientras que una situación similar ocurrió en los condados de Berkshire y Oxfordshire.
El Servicio de Ambulancias del Sur -responsable de los condados de Berkshire, Buckinghamshire, Hampshire y Oxfordshire- indicó que hubo un aumento del 70 por ciento en las llamadas de emergencia.
Asimismo, el presidente de la organización de ayuda al automovilista AA, Edmund King, señaló hoy que el lunes fue para ellos la jornada de más trabajo en diez años e informó de que incluso sus propias camionetas quedaron atrapadas en la nieve.
Numerosos vuelos fueron cancelados ayer en los aeropuertos de Luton, Gatwick y Stansted (Londres) y los de Glasgow y Edimburgo (Escocia), pero algunos servicios han vuelto a reanudarse, aunque las compañías piden a los pasajeros que estén atentos a la información porque la situación en las terminales aéreas cambia constantemente.
Las malas condiciones del tiempo han afectado amplias zonas de Inglaterra y Gales, especialmente el sureste inglés y Londres.
La aerolínea de billetes baratos "EasyJet" informó de que no habrá vuelos desde el aeropuerto de Luton (al norte de Londres) hasta el mediodía de hoy.
Mientras, el servicio ferroviario Eurostar, que une Londres con París y Bruselas por debajo del Canal de la Mancha, reanuda hoy su actividad después de que se viera obligado a suspender la salida de trenes durante tres días a causa del mal tiempo.
Los problemas empezaron el viernes pasado por la noche cuando los trenes que venían de París a Londres fallaron en el Túnel, una situación que dejó a numerosas familias retenidas durante horas.
La compañía considera que la causa más probable de las averías fue el brusco cambio de temperatura entre el frío del noroeste de Francia, acentuado por la gran velocidad a la que circulan los trenes Eurostar, y las condiciones más cálidas del interior del túnel, lo que habría afectado al sistema eléctrico.