MOSCÚ.- El Gobierno de Kazajistán desmintió hoy las informaciones de la prensa occidental sobre la presunta existencia de un acuerdo secreto para vender a Irán 1.350 toneladas de mineral de uranio kazajo por 450 millones de dólares.
"Kazajistán cumple rigurosamente todas las exigencias del Organismo Internacional de Energía Atómica, por tanto queda excluida cualquier venta (de uranio) al margen del régimen de control del OIEA", declaró el ministerio de Exteriores kazajo.
El portavoz de la cartera, Erzhán Ashikbáyev, anunció que la cancillería hará una declaración tras estudiar la procedencia de las informaciones sobre el presunto contrato con Irán aparecidas en medios occidentales, según la agencia rusa RIA-Nóvosti.
Según estos medios, que citan un informe preparado por los servicios secretos para el OIEA, funcionarios kazajos e iraníes planearían cerrar en las próximas semanas el acuerdo secreto para la venta de mineral de uranio al régimen de Teherán.
El OIEA considera que las reservas iraníes de uranio se están agotando, mientras que de las 1.350 toneladas de mineral kazajo Irán podría extraer uranio suficiente para fabricar unas 150 cargas atómicas para su programa secreto de producción de armas nucleares.
Los servicios secretos no tienen pruebas de la participación del Gobierno de Kazajistán en ese pacto con Irán, sino solo de algunos funcionarios, por lo que el Consejo de Seguridad de la ONU y el OIEA se han puesto en contacto con las autoridades kazajas para esclarecer la situación.
Kazajistán, que el año pasado fue el tercer productor mundial de uranio al haber extraído 8.500 toneladas, este año ha ocupado el primer lugar en el mundo tras haber aumentado la extracción en más del 60 por ciento.
La compañía atómica nacional kazaja Kazatomprom informó hoy de que el pasado 21 de diciembre ya había cumplido el plan anual al haber extraído 13.500 toneladas de uranio, y que hasta el fin de año extraería con toda seguridad otras 400 toneladas.
El vicepresidente de Kazatomprom, Nurlán Rispánov, adelantó además que en 2010 la compañía aumentaría en otro 22 por ciento la extracción de uranio, hasta conseguir la meta de 18.000 toneladas, debido a la creciente demanda mundial de este mineral estratégico.