ROMA.- Un centenar de inmigrantes que trabajan como jornaleros, en su mayoría africanos, protagonizaron una noche de protestas y disturbios en la localidad de Rosarno, en Calabria (sur de Italia), después de que dos de ellos resultaran heridos al ser atacados por unos desconocidos con armas de aire comprimido.
Los inmigrantes, que viven hacinados en una vieja fábrica abandonada en condiciones infrahumanas, salieron a las calles para protestar por la agresión.
Los jornaleros, armados con bastones y barras de hierro, invadieron la carretera estatal que atraviesa Rosarno destrozando todo lo que encontraron a su paso.
Durante la protesta se vivieron también enfrentamientos con las fuerzas del orden, cuando los inmigrantes arrojaron piedras contra la policía, que cargó contra los manifestantes algunos de los cuales sufrieron heridas leves.
Los disturbios concluyeron con cientos de coches incendiados contenedores de basura destruidos y daños en casas y tiendas.
El presidente de la región Calabria, Agazio Loiero, afirmó que estos episodios son fruto de un "clima de intolerancia xenófoba y mafiosa y que ha terminado con la revuelta de los inmigrantes explotados, insultados, y ahora también agredidos".
