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Jefe de la junta militar guineana permanecerá en Burkina Faso hasta las elecciones

El capitán Moussa Dadis Camara cederá todos sus poderes al general Sekouba Konaté durante el periodo de transición de seis meses.

15 de Enero de 2010 | 18:37 | EFE

DAKAR.- El jefe de la junta militar en el poder en Guinea, el capitán Moussa Dadis Camara, seguirá su convalecencia en Burkina Faso hasta que se celebren elecciones presidenciales en su país, en un plazo de seis meses, informó este viernes la Comunidad Económica de los estados de África Occidental (CEDEAO).

Según una nota de prensa remitido por la CEDEAO, el Presidente voltense, Blaise Compaore, mediador en la crisis de Guinea, llegó a un acuerdo con Camara y el jefe interino de la junta militar guineana, el general Sekouba Konaté, para la celebración de los comicios.

El acuerdo señala que Camara cederá todos sus poderes al general Konaté durante el periodo de transición de seis meses, durante el que permanecerá en Burkina Faso, donde llegó desde Marruecos, donde fue atendido de las heridas que sufrió el pasado diciembre en un atentado.

En el acuerdo se contempla la formación de un consejo nacional de transición de 100 miembros, que actuará como legislativo, y el nombramiento de un primer ministro procedente de la oposición al régimen militar, que designará un gobierno civil, tal y como anunció la semana pasada el general Konaté.

Este Gobierno será el encargado de organizar las elecciones presidenciales, en las que se excluirán las candidaturas de militares y miembros del actual Gobierno nombrado por la junta golpista, según la nota de la CEDEAO.

El acuerdo alcanzado por Camara y Konaté, con la mediación de Compaore, que actúa en nombre de la CEDEAO, parece solucionar el conflicto y la división surgidas dentro de la junta militar guineana.

El capitán Camara resultó herido el pasado 3 de diciembre en un atentado llevado a cabo por su asistente militar, el teniente Tumba Diakité, y llegó el martes a Uagadugu procedente de Rabat, donde permaneció hospitalizado.

Desde antes del atentado, y del vacío de poder dejado por Camara, Guinea ya vivía una situación de tensión e inestabilidad, con el régimen militar sometido a sanciones internacionales y una investigación de la ONU por la matanza de, al menos, 150 civiles perpetrada por soldados y policías en septiembre pasado.