KABUL.— Fuerzas gubernamentales incrementaron las medidas de seguridad en Kabul el martes, un día después que un ataque del Talibán en la ciudad dejase 12 muertos y causase interrogantes sobre la capacidad de las autoridades para proteger a los habitantes.
Soldados revisaron vehículos que entraban a la capital y aumentaron el número de puntos de control, junto con las patrullas a pie y en vehículos, dijo el vice jefe de la policía Mohammad Khalil Dastyar.
Las calles estaban tranquilas y el tránsito de vehículos había regresado a sus niveles normales, 24 horas después de la violencia que hizo a los ciudadanos huir despavoridos mientras explosiones y fuego de ametralladoras resonaban en la capital. Fuerzas afganas y asesores de la OTAN consiguieron restablecer el orden luego de cinco horas de combates.
El ataque de un puñado de milicianos resaltó la vulnerabilidad de Kabul, minando la confianza pública en la capacidad del gobierno y sus aliados occidentales de proveer seguridad.
El taxista Mohammad Nasir dijo que el gobierno tiene que hacer más para impedir que los combatientes extranjeros crucen la frontera.
“Ellos siempre dicen que esos atacantes provienen del exterior, pero los atacantes no tienen alas para volar, así que vienen por tierra”, dijo. “Si tuviésemos tropas afganas profesionales, podríamos frenarles, pero como vemos no tenemos fuerzas profesionales para impedirles que vengan”.
La OTAN insistió en que la operación para asegurar la capital el lunes fue dirigida por afganos, aunque la alianza tenía expertos en explosivos y otros miembros en papeles de apoyo.
El jefe militar de la OTA; almirante James Stavridis, que llegó el lunes a Kabul para una visita en momentos en que ocurría el ataque, elogió a los afganos por contener la violencia.
“Las fuerzas afganas nacionales de seguridad contrarrestaron exitosamente en el centro de Kabul”, dijo Stavridis en la declaración, y añadió que el esfuerzo coordinado “resalta la mejora en la efectividad para proteger a los ciudadanos afganos”.