El día de la investidura habrán protestas en el país y se despedirá a Manuel Zelaya quien abandona finalmente la nación.
AFPTEGUCIGALPA.- Aislado por la comunidad internacional, el Presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, asumirá mañana el cargo en una ceremonia en la cual estarán ausentes la gran mayoría de los jefes de Estado y de gobierno del mundo.
Lobo, del Partido Nacional, llegará al poder tras ganar los comicios del 29 de noviembre, que fueron cuestionados por el pueblo hondureño y numerosos países por realizarse bajo el régimen de facto impuesto tras el golpe de Estado contra el Presidente Manuel Zelaya.
Hasta ahora sólo los mandatarios de República Dominicana, Leonel Fernández, y de Panamá, Ricardo Martinelli, confirmaron de manera oficial su participación en los actos de toma de posesión, en tanto la amplia mayoría de los países latinoamericanos, de Europa y otros continentes, decidieron ausentarse de la investidura de un Presidente surgido tras el cuartelazo contra Zelaya.
Paralelo a la toma de posesión, el Frente Nacional de Resistencia Popular realizará manifestaciones en la capital hondureña y en la ciudad de San Pedro Sula, en señal de rechazo a la continuación de la dictadura de la oligarquía.
En Tegucigalpa los manifestantes saldrán de la Universidad Pedagógica y se encaminarán hacia la Plaza Francisco Morazán, en el centro histórico.
Por su parte el Frente, que agrupa a una vasta gama de organizaciones populares, intelectuales y políticos progresistas, acudirá también al aeropuerto de Toncontín para despedir a Zelaya, quien viajará a República Dominicana.
"Mi idea es regresar un día, no sé cuánto tiempo pasará, pero sí regresaré. Yo soy un hondureño de verdad", afirmó Zelaya en la embajada de Brasil, donde se encuentra desde el 21 de septiembre.