Según el Mandatario, el problema que sufrió fue ''un aviso de que el cuerpo humano no es una máquina''.
EFEBRASILIA.- El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reducirá en los próximos días su ritmo de trabajo, a raíz de una recomendación médica, y la semana pasada, cuando sufrió una crisis de hipertensión, dejó de fumar.
Asesores presidenciales informaron esta tarde que el Presidente celebró hoy, junto con la ministra jefa de la Casa Civil y precandidata presidencial, Dilma Rousseff, el resultado de la encuesta CNT/Sensus, según la cual el apoyo al jefe de Estado se mantuvo en suba en enero, para llegar a 81,7%.
También hoy, durante su programa de radio semanal "Café con el Presidente", Lula dijo que goza una "salud muy buena, gracias a Dios", pero que "no puede bromear" al respecto, por lo que seguirá trabajando pero "con un poco más de cuidado".
"Yo tengo que trabajar de verdad, trabajar más (...) Me voy a cuidar, pero voy a seguir trabajando, aunque me cuidaré también más", aseguró.
El Presidente dijo además que la crisis de hipertensión -que lo obligó a permanecer hospitalizado durante unas horas y cancelar su viaje a Davos, Suiza, para el Foro Económico Mundial- fue "un aviso de que el cuerpo humano no es una máquina". "Es decir puede funcionar bien 80 años, 40 años, 30 años, pero un día puede tener algún problema", concluyó.