PEKÍN.- Tras el escándalo en 2008 por las 165 toneladas de leche contaminada con melamina que se pusieron a la venta, las autoridades chinas decidieron cerrar la empresa responsable de la negligencia.
Incluso, hace diez días se inició una minuciosa investigación, luego de que reapareciera esta sustancia altamente tóxica, que en 2008 mató a seis niños y enfermó a 300.000 personas por haber consumido la leche contaminada.
Tras la indagatoria, las autoridades cerraron una lechería de la región autónoma de Ningxia, que compró la leche en polvo adulterada, la acondicionó bajo su propia marca y la puso en el mercado entre julio y noviembre del año pasado.
En 2008, el escándalo desató una psicosis en China y obligó una retirada masiva de todos los productos de ese país que contenían leche y que se comercializaban ahí o en el extranjero.
Aunque se suponía que toda la leche adulterada había sido destruida, lotes del productos de esa época han resurgido en las últimas semanas.