ANKARA.- El padre y el abuelo de una adolescente kurda del sureste de Turquía, enterrada viva porque hablaba con los hombres, fueron acusados de asesinato y arriesgan prisión perpetua por el crimen, que provocó la indignación de las asociaciones de mujeres.
Fuentes judiciales informaron que Ayhan Memi, de 40 años, y Fethi Memi, de 65, serán oficialmente inculpados por la fiscalía de Kahta de "homicidio con circunstancias agravantes, perpetrado con crueldad". El Código Penal turco prevé la pena de prisión perpetua para este tipo de crímenes.
Los dos hombres rehusaron declarar ante la justicia después de su detención, a principios de diciembre, tras el descubrimiento del cadáver de Medine, de 16 años, que había sido enterrado en una fosa cerca del gallinero de la casa de la familia.
La joven había sido declarada desaparecida 40 días antes y la excavación estaba cubierta por una capa de cemento.
La autopsia de la víctima, cuyo cadáver estaba maniatado, reveló detalles macabros: estaba viva cuando fue enterrada, ya que los médicos forenses encontraron tierra en sus pulmones y en su estómago.
Sus padres no pudieron entregar a la policía ningún retrato de la joven, porque nunca había sido fotografiada, probablemente por razones religiosas. Sólo pudieron indicar sus rasgos físicos: 1,60 m, 55 kilos, pelo castaño, tez clara y mentón ancho.
Es todo lo que se sabe de esta adolescente cuyo calvario se agrega al de las cerca de 300 mujeres asesinadas desde 2001 en Turquía en los llamados "crímenes de honor".
Varias asociaciones de mujeres se manifestarán esta semana para denunciar los crímenes como éste, aseguró Canan Güllu, presidenta de la influyente Federación de Asociaciones Feministas de Turquía.