SEÚL.- El líder norcoreano Kim Jong Il reiteró la oferta de su país de alcanzar un desarme nuclear de la península de Corea, después de reunirse con un funcionario chino de alto nivel, informó la agencia oficial de noticias china.
"La sinceridad de las partes relevantes de reanudar las negociaciones entre las seis partes es muy importante", dijo Kim durante una reunión celebrada el lunes con el dirigente del Partido Comunista de China, Wang Jiarui, informó un despacho de la agencia de noticias Xinhua desde Pyongyang.
Kim reiteró "la postura persistente (de su país) de llevar a cabo el desarme nuclear" de la península, señala el despacho. El mandatario se refirió a las estancadas negociaciones en la que participan seis países que buscan ponerle fin al programa de armamento nuclear de Corea del Norte.
El gobierno norcoreano se apartó el año pasado de la mesa de las negociaciones (en las que participaban las dos Coreas, Rusia, China, Estados Unidos y Japón) como muestra de irritación por la condena internacional contra Corea de Norte por el lanzamiento de cohetes de largo alcance desde su territorio.
Un poco más temprano, la Agencia Central de Noticias Coreana de Pyongyang informó que Wang le llevó un mensaje verbal a Kim de parte del presidente chino Hu Jintao y el dirigente norcoreano le pidió que le enviara sus saludos a Hu.
La Agencia Central de Noticias Coreana informó que ambos funcionarios sostuvieron "una conversación cordial y amistosa", aunque no se ofrecieron detalles sobre la misma.
La directora de políticas de las Naciones Unidas, B. Lynn Pascoe, llegaría el martes a Pyongyang al parecer para llevarle a Kim una carta del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon. La visita de Pascoe sería la primera de una funcionaria de alto nivel del organismo mundial a ese país desde el 2004, de acuerdo con la cancillería de Corea del Sur.
Pascoe instará a Corea del Norte a regresar a las mesas de desarme nuclear y a establecer conversaciones sobre las relaciones entre Pyongyang y las Naciones Unidas, señaló un funcionario de la ONU en Nueva York que habló bajo condición de permanecer anónimo, argumentando que así lo exigen las políticas de comunicación.
