BOGOTÁ.- Al menos cuatro campesinos y tres militares resultaron heridos este sábado luego que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abrieran fuego en tres pueblos del suroeste de Colombia.
La incursión se registró casi simultáneamente en las localidades de Cajibío, Caldono y Jambaló, en el departamento de Cauca, donde policías y soldados combatieron contra rebeldes de las FARC, según las autoridades.
El secretario de Gobierno de Cauca, Álvaro Grijalva, a cargo del control del orden público, dijo a radioemisoras que los guerrilleros bajaron en la madrugada de las montañas y atacaron con disparos de fusil y bombas camufladas en cilindros de gas doméstico los cuartelillos de la Policía y otros objetivos gubernamentales y civiles.
Los agentes repelieron el ataque, mientras que los rebeldes, varios de los cuales se atrincheraron en viviendas de los lugareños, huyeron hacia una zona boscosa, señaló Grijalva.
El alto mando militar de la región señaló que al menos siete personas resultaron heridas, pero no descartó que haya más afectados en la zona rural y montañosa.
Ninguna fuente independiente pudo confirmar de inmediato el resultado de la incursión atribuida a guerrilleros de la columna "Jacobo Arenas" de las FARC.
La alcaldesa de Caldono, Enelia Salinas, declaró a la prensa que en ese municipio se registró la situación más delicada y dijo que verificaba una versión de lugareños de que habría más heridos en aldeas cercanas.
Soldados, policías y la aviación militar perseguían a los guerrilleros por la zona boscosa, mientras se escuchaban disparos en la tarde del sábado cerca de los pueblos, según testimonios de lugareños.
El gobierno del Presidente colombiano, Álvaro Uribe, desplegó a fines del año pasado a más de 2.500 militares en el norte de Cauca para tratar de neutralizar a los rebeldes en esa región habitada mayoritariamente por campesinos, indígenas y negros.