Presidente cubano lamenta muerte de preso político y culpa a EE.UU.

LA HABANA.- El Presidente de Cuba, Raúl Castro, lamentó hoy la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo tras una huelga de hambre de dos meses y medio, según una nota difundida por la Cancillería de la isla.

Raúl Castro "lamentó" la muerte de Zapata Tamayo y "aseguró que este hecho es el resultado de la relación con Estados Unidos, afirmando que en la isla 'no existen torturados'", subrayó.

"No existen torturados, no hubo torturados, no hubo ejecución. Eso sucede en la base de Guantánamo", afirmó Raúl, al ser consultado por periodistas invitados a un acto celebrado en el Puerto de Mariel, junto con el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, según la misiva.

La muerte del opositor, reconocido por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia, ocurrió ayer poco antes de que el Mandatario brasileño arribara a la isla. De hecho, 50 presos políticos pidieron en carta abierta que Lula intercediera ante Raúl Castro por la liberación de los prisioneros y se interesara en el caso de Zapata.

Tamayo, un albañil negro de 42 años condenado en 2003 a una treintena de años acusado por las autoridades de "desacato" y otros cargos, murió en un hospital de La Habana y fue trasladado a la localidad de Banes, a 900 kilómetros de la capital, en la oriental provincia de Holguín, donde esta tarde será su funeral, dijeron fuentes de la oposición.

Más de 30 opositores fueron detenidos temporalmente o retenidos en sus casas para evitar que acudan al funeral de Zapata, afirmó el coordinador de la ilegal Comisión de Derechos Humanos (CCDHRN), Elizardo Sánchez.

Zapata fue arrestado en 2003 en un proceso paralelo al de 75 disidentes detenidos y condenados el mismo año a penas de hasta 28 años. Inicialmente recibió una pena de tres años que, por diversas protestas en prisión, fue sumando hasta llegar a 32 años, según fuentes de la disidencia.

Piden excarcelación de presos políticos

El deceso de Zapata, primer opositor que muere en prisión en 38 años, motivó hoy el reclamo de liberación de los presos políticos cubanos por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, así como la condena del exilio cubano en España y Miami.

Amnistía Internacional (AI) también se refirió al caso y afirmó que la muerte del opositor constituye una "prueba terrible" de la "continuada represión" de los disidentes en Cuba.

"Enfrentado a una prolongada sentencia de cárcel, el hecho de que Orlando Zapata sintiera que no tenía otra salida posible que matarse de hambre como protesta constituye una prueba terrible de la continuada represión de los disidentes políticos en Cuba", afirmó el investigador para el Caribe de AI, Gerardo Ducos, en un comunicado.

Su muerte también "subraya la necesidad urgente de que Cuba invite a expertos internacionales en derechos humanos para que visiten el país y verifiquen el respeto de los derechos humanos, en particular sus obligaciones por la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos", agregó.

AI informó que, tras la muerte de Zapata, la organización defensora de los derechos humanos ha "urgido" al Presidente Raúl Castro a que libere "de forma inmediata e incondicional a todos los presos de conciencia" en la isla.

Asimismo, reclamó una "investigación completa" para que se esclarezca si "el maltrato puede haber tenido algún papel en su muerte", agregó AI.