Venezuela desestima "infundado" informe sobre deterioro de DD.HH.

CARACAS.- Venezuela rechaza por "infundados" los señalamientos de la CIDH de que el Gobierno del presidente Hugo Chávez "atenta" contra la democracia y los derechos humanos.

En declaraciones a la radio local, el agente de Derechos Humanos del Estado, Germán Saltrón, afirmó que las "pruebas" de las denuncias de la CIDH contra Venezuela "no existen, son acusaciones sin fundamentos que el Estado venezolano rechaza".

Argumentó que el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está basado en "denuncias presentadas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG) cuyas únicas pruebas son reseñas de los medios de comunicación que, como todos sabemos, en Venezuela la mayoría están en contra del Presidente Chávez".

Activistas de derechos humanos venezolanos, en tanto, abogaron porque el Gobierno analice "prudentemente" el informe de la CIDH, denominado "Democracia y Derechos Humanos en Venezuela", el primero que el ente dedica íntegramente a este país desde 2003.

En agosto de 2009 el Estado venezolano respondió un cuestionario enviado por la CIDH, de 79 preguntas, relacionado con las denuncias presentadas con ONGs, explicó Saltrón.

"Podemos señalar que nunca" desde que el gobernante asumió el poder, en febrero de 1999, "se han suspendidos las garantías y todos los venezolanos tienen garantizados los derechos humanos en Venezuela", añadió Saltrón.

Sobre la denuncia de la CIDH de que debió realizar el informe sin haber visitado Venezuela dada la negativa del Ejecutivo, Saltrón sostuvo que "efectivamente la Comisión no volverá" al país suramericano mientras "no reconozca que fue un error apoyar el Golpe de Estado" que en abril de 2002 derrocó brevemente a Chávez.

Entonces, "la Comisión, a través de una resolución, no permitió que al presidente Chávez se le dictaran medidas cautelares solicitadas por una ONG colombiana. Eso fue, para nosotros, la conclusión de que la Comisión apoyó el golpe de Estado", sostuvo Saltrón.

En su informe, la CIDH denuncia que existen "serias restricciones" al pleno goce de las garantías democráticas y derechos humanos en Venezuela.

Ello, debido a la intolerancia política, falta de independencia de los poderes del Estado, restricciones a la libertad de expresión y a la protesta pacífica, hostilidad hacia los disidentes, violencia e impunidad.

"En Venezuela se ha atentado contra uno de los pilares básicos de los sistemas democráticos, como es el respeto de los derechos fundamentales de los individuos bajo los principios de igualdad y no discriminación", recalca la Comisión en su documento, de 322 páginas.