WASHINGTON.- La suerte de un hombre que hace casi diez años mató a una pareja brasileña y cuya ejecución está fijada para mañana, martes, quedó sellada luego de que sus abogados declinaran solicitar clemencia al gobernador del estado de Texas.
Esa decisión, señalaron, fue tomada después de que el Tribunal Supremo de Justicia rehusó revisar su caso la semana pasada.
Michael Sigala, de 32 años, será ejecutado en la noche con una inyección letal en el Penal de Huntsville por el asalto y asesinato a balazos de Kleber Santos y de su esposa Lilian en el departamento que el matrimonio habitaba en la localidad tejana de Plano, el 22 de agosto de 2000.
Sigala también fue declarado culpable de haber violado a la mujer antes de darle muerte de un balazo en la cara.
Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados por un vecino que decidió visitarlas después de que Santos, de 32 años, no llegara al lugar donde trabajaba como ingeniero informático.
Según el sitio en internet urbangrounds.com, Sigala trató de eliminar las pruebas del crimen borrando las huellas digitales que había dejado en el lugar.
Además de limpiar la alfombra donde se había masturbado, saqueó el apartamento y huyó tras apoderarse de los anillos de matrimonio de la pareja.
El criminal fue arrestado dos meses después tras la aparición de una cámara fotográfica robada al matrimonio brasileño en una casa de empeños de la ciudad de Arlington. Posteriormente, los investigadores encontraron los anillos empeñados en Dallas.
La de Sigala será la tercera ejecución de este año en Texas, estado que tiene previstas tres más en marzo.
