SANTA CRUZ.- Autoridades del Ministerio Público de Bolivia sospechan que un grupo de personas de nacionalidades haitiana y boliviana, tres de las cuales están detenidas, está involucrado en un grave caso de tráfico de personas.
La versión surge después de que se conociera la historia de un menor oriundo de Haití, que llegó a Santa Cruz junto a otros 27 niños y que formaba parte de un grupo de 68 haitianos, quien dijo haber sido traído en contra de su voluntad desde Puerto Príncipe, después del terremoto que en enero asoló al país caribeño.
De acuerdo al relato de funcionarios de la estatal Defensoría de la Niñez y de la Fiscalía bolivianos, el menor en cuestión vio como su padre murió en el sismo referido y después de ello salió a las calles en busca de ayuda.
En medio del desconcierto, el menor subió a un vehículo donde había más menores y apareció luego en República Dominicana, de donde después fue llevado a Panamá y finalmente terminó en esta ciudad boliviana, ubicada a más de mil kilómetros al este de La Paz.
La llegada del grupo de haitianos a esta ciudad de más de un millón de habitantes, después de una escala en el Perú, causó conmoción ya que el hecho de que escaparon del devastador terremoto fue suficiente para que la comunidad les brinde palabras de aliento y hasta ayuda económica. Sin embargo, el objetivo principal de los caribeños era llegar a Brasil.
Pero, cuando las autoridades de Migración y de la Defensoría de la Niñez verificaron el status legal de todos, comprobaron que los 27 menores que en ese entonces formaban parte del grupo, no estaban acompañados por sus progenitores y comenzaron a investigar.
La pesquisa, pudo establecer que los haitianos Dorvil Hugneau y Brevil Marie Dominique, y la boliviana Nora Soliz Aguilera, dirigían a los haitianos y les retenían sus pasaportes. Cuando se ajustó la investigación, la fiscal Pura Cuéllar, directora de la misma, estableció que las tres personas son altamente sospechosas de estar involucradas en el tráfico de personas.
El cerco contra los sindicados que ahora se encuentran detenidos en la cárcel pública de Santa Cruz por orden judicial, se cerró más al aparecer la madre del pequeño que destapó el escándalo y quien llegó desde Haití. Kathia Chavannes, el nombre de la mujer, dijo en su declaración informativa que no dio permiso a nadie para que se llevara a su hijo.
La fiscal Cuéllar informó que en poder de Dorvil se encontraron 21 pasaportes de los menores y añadió que se tiene conocimiento de que este sujeto reclutaba niños en Haití para llevarlos a Brasil por dos semanas y luego retornarlos a su país de origen, algo que despierta la sospecha de que lo hacía para explotación laboral o sexual.
En tanto, a la acusada boliviana se le encontraron tres pasaportes de los infantes y de su domicilio, la Defensoría recuperó a tres niños. La mujer no supo explicar por qué estaban con ella.
A partir de toda esta situación, la Fiscalía y otras autoridades bolivianas han optado por ubicar a 18 de los 27 menores haitianos en hogares temporales de acogida, y buscan al resto que está con paradero desconocido. En forma paralela indaga los detalles de cómo salieron los menores de Haití y asimismo buscan a sus familiares.