Aclaran que rehén ítalo-burkinesa continúa en poder de Al Qaeda

UAGADUGÚ.- La rehén ítalo-burkinesa Philomene Kabouré no fue liberada, como afirmó una fuente diplomática en Bamako, sino que sigue en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), aclaró hoy una fuente próxima a la Presidencia de Burkina Faso.

"La burkinesa (que también tiene nacionalidad italiana) no fue liberada. Sólo la española fue liberada y un avión vino a buscarla a Uagadugú, se fue" a España, agregó esta fuente que pidió el anonimato.

"Seguimos con las negociaciones para su liberación. No son los mismos grupos, cada grupo plantea sus condiciones", precisó.

La fuente diplomática en Bamako que había anunciado su liberación se retractó de sus declaraciones: "Es la rehén española la única que fue liberada. Hubo una pequeña confusión. La rehén italiana no fue liberada".

En tanto, la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, informó que Alicia Gámez (39) está "sana y salva" y vuela en estos momentos a Barcelona.

La vicepresidenta, quien añadió que había hablado por teléfono con Gámez, declaró que el gobierno habría deseado que la liberación "fuera completa", en alusión a los otros dos cooperantes españoles que siguen retenidos, Albert Vilalta y Roque Pascual.

Los tres son miembros de la ONG Barcelona Acció Solidaria, fueron capturados el 29 de noviembre en Mauritania y posteriormente llevados al desierto de Mali.

"Trabajamos para que la liberación sea cuanto antes", manifestó, pero indicó que "el gobierno no puede ser más preciso por razones de seguridad", y aseguró que "no ha habido ningún pago" de rescate a los secuestradores.

El diario español "El Mundo" indicó hace unos días que España había decidido pagar 5 millones de dólares a Al Qaeda para que liberara a los tres españoles.

Además, el viernes uno de los negociadores con los secuestradores indicó que AQMI exigía "la liberación de varios islamistas" presos en Mauritania a cambio de practicar liberaciones.

La liberación de Gámez es "fruto de los esfuerzos de los servicios diplomáticos y de inteligencia españoles a lo largo de más de tres meses", y de la "colaboración prestada por otros países" de "la zona", a los que la vicepresidenta dio las gracias.

La liberada, que reside en Barcelona, "estaba contenta", "agradecida" y "preocupada por sus compañeros", que están "bien de salud", "nerviosos" y "con la esperanza de poder ser liberados pronto", según la conversación de la vicepresidenta con Gámez.

Ésta también le indicó que Albert Vilalta, que fue herido de bala en una pierna durante el secuestro, "se había recuperado de sus heridas".