LA HABANA / GINEBRA.- Organizaciones defensoras de derechos humanos expresaron hoy en Ginebra su "honda preocupación" por el estado de salud del disidente cubano en huelga de hambre Guillermo Fariñas y exigieron al gobierno de Raúl Castro la excarcelación de todos los opositores presos.
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), que agrupan a decenas de grupos no gubernamentales, pidieron a las autoridades de la isla que "brinden la atención médica necesaria al señor Guillermo Fariñas para que su huelga de hambre no tenga un desenlace fatal".
Además, instaron también a que "liberen inmediatamente a todos los prisioneros de conciencia y, en caso de no hacerlo, inviten a la realización de una misión independiente de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pueda establecer las condiciones de detención y las garantías que hayan tenido o no a un debido proceso".
Fariñas, un psicólogo de 48 años participante en la red de los llamados "periodistas independientes", inició una huelga de hambre y sed hace 21 días, para protestar por la muerte en la víspera del opositor preso Orlando Zapata Tamayo y exigir la puesta en libertad de 26 disidentes con problemas de salud.
Según sus familiares, Fariñas se encuentra ingresado desde el jueves pasado en un hospital de Santa Clara, en el centro de Cuba, y se encuentra "grave", pero "estable". El disidente, quien ya había protagonizado en el pasado más de 20 huelgas de hambre, es alimentado artificialmente, pero se niega a ingerir alimentos y líquidos, y se muestra dispuesto a seguir adelante con su protesta "hasta las últimas consecuencias".
Organizaciones defensoras de los derechos humanos hablan de más de 200 presos políticos en Cuba, pero el gobierno de Castro lo niega y considera que son "mercenarios" o "agentes" de Estados Unidos y que han sido juzgados en base a las leyes vigentes, por colaborar con una potencia enemiga y otros delitos.
"Preocupa que las autoridades cubanas los traten como a delincuentes comunes a pesar de que, en cualquier circunstancia, el Estado cubano tiene el deber de asegurar sus vidas y su integridad física y psicológica", expresaron ambas organizaciones.
"La FIDH y la OMCT reiteran su preocupación por las condiciones extremas de detención existentes, por la falta de garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y de asociación y, por la represión contra los disidentes y opositores políticos en Cuba", agregaron.
Las organizaciones de derechos humanos pidieron además a las autoridades cubanas que "agilicen la visita del Relator Especial sobre la cuestión de la tortura, acordada por Cuba en 2009, y acepten la solicitud de visita formulada por el Relator Especial de la ONU sobre libertad de expresión, hecha en 2003".