WASHINGTON.- Howard Astorga, miembro de una pandilla de Los Ángeles, fue condenado a 93 años de cárcel por asesinar a un niño de cuatro años.
El episodio ocurrió el año 2009 cuando el imputado abrió fue fuego sin motivo desde un automóvil que se hallaba en tránsito.
Uno de los proyectiles mató al pequeño Robert López, un menor de cuatro años, que estaba jugado en un parque cerca de su casa.
Astorga, que tiene tatuado el nombre de su pandilla en una de sus sienes, admitió en el proceso que disparó mientras se hallaba en un vehículo junto a otro miembro de su banda.