WASHINGTON.- La reforma sanitaria del presidente estadounidense Barack Obama fue aprobada este domingo por la Cámara de Representantes, y acercó al país a la cobertura de salud universal.
La propuesta considera entre sus principales nuevas y más estrictas reglas para los aseguradores, lo que prohíbe a las empresas de seguros prácticas como negar cobertura a personas con enfermedades, dejar fuera a personas cuando se enferman o limitar la cobertura de por vida, así como restringe la aplicación de límites anuales.
El descarte de la "opción pública" es otra de sus características. Tras una disputa política de un año, los aliados demócratas de Obama optaron por no incluir un programa apoyado por el gobierno que competiría con los aseguradores privados, que los analistas y sus defensores pensaban que era la mejor manera de reducir los costos.
En lugar de la "opción pública", la propuesta crea nuevos mercados estatales donde los estadounidenses sin cobertura de salud pagada por el empleador pueden adquirir una.
Además, por primera vez en la historia de Estados Unidos la mayoría de los ciudadanos deberá comprar un seguro de salud o enfrentar multas, y las empresas más grandes pueden exponerse a sanciones económicas si no ofrecen cobertura. Pero la propuesta también ofrece subsidios a través del programa "Medicaid", para las personas más pobres.
Los beneficios en medicamentos para los ancianos es otro de los puntos que contempla la reforma.